La S.D. Caza y Pesca O
Valadouro ha perdido la batalla judicial por los
daños del jabalí.
Una sentencia dictada por la jueza del
Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción de Mondoñedo les
considera responsables y les condena a pagar
3.617 euros, con sus correspondientes
intereses legales, a la ganadería de
Alfoz Casa Barbeiro, que había
demandado al Tecor por los daños
sufridos en varias de sus fincas y de otros
terrenos de terceros que llevaban para su
explotación.
Desde la ganadería reclamaban
4.188 euros, pero finalmente la cantidad a
pagar es menor. La jueza, al existir
discrepancias entre los peritos de las partes
sobre la extensión de la superficie que
sufrió daños, aplica la
solución que le parece más
equitativa, considerando que el terreno
afectado es de 1,2278 hectáreas en vez
de las 1,3545 que reclamaban, y que los
daños ascienden a 3.117 euros, cantidad
a la que suma otros 500 correspondientes a la
resiembra efectuada en la finca
Paraíso, coste que se vio reducido al
excluir una de sus parcelas.
En todo caso, la cantidad a pagar le
parece inasumible a la sociedad de cazadores
de O Valadouro. Así lo explicaba ayer
su presidente, Oswaldo Lozano,
señalando que ahora mismo en la
cuenta bancaria cuentan con unos 380 euros y
tienen aún pendientes seis o siete
franquicias del seguro. «Diñeiro
para pagar non hai. Son casi catro mil euros
entre avogados, peritos e
procuradores», señalaba,
explicando que «non vamos recurrir
porque a lei está en contra de
nós. A solución é
deixalo e que se faiga responsable a
Administración».
Lozano anunció que tienen
convocada una reunión de socios para
el 7 de febrero, a las 11.00 horas, en la Casa
da Cultura de Ferreira do Valadouro, donde
darán cuenta de este fallo judicial y se
escuchará a los presentes. Lozano
entiende que, salvo que decidan lo contrario en
esa próxima reunión, se
aplicará el acuerdo adoptado en una
asamblea celebrada hace varios meses por el
que se disolvería la sociedad en caso
de que hubiera fallo condenatorio.
La sociedad cuenta con un centenar
aproximado de socios y unos 45 años de
existencia y de alguna manera apuntan como
responsable de la posible disolución
«ao paisano ese que nos
denunciou». Las relaciones entre ambas
partes, al menos a raíz de los
problemas causados por el jabalí que
dieron lugar a esta condena, no han sido
cordiales.
El denunciante se mostraba ayer
satisfecho por el fallo judicial, destacando que
la jueza reflejara en la sentencia que su
actuación fue correcta, ya que contaba
con un pastor para delimitar las fincas e hizo
todo lo posible por evitar esos
daños.
Este año, explicó, tuvo
daños, pero de menor entidad. La peor
parada fue una finca situada en Santa Cruz.