El restaurante El Trujal de Pamplona, que dirige Rafa García Elorz y tiene a David García de jefe de cocina, se adjudicó el primer premio del certamen gastronómico Palomeras de Etxalar con una paloma deshuesada rellena de hongos y cebolla confitada y acompañada de un carpaccio de hongos y puerro frito, una receta que mereció la unanimidad del jurado y del voto popular.
El chef ganador, David García, se mostraba muy contento «sobre todo por el voto unánime de jurado y público, o sea que hemos gustado a todo el mundo» y recibió un premio simbólico, una paleta de palomero con la inscripción que le acredita vencedor.
La participación fue de lujo y formada por especialistas en la culinaria de la paloma, que, como es de suponer, era el ingrediente principal y obligado. Tomaron parte los restaurantes Ameztia de Doneztebe, Casino de Lesaka, Lenkonea del Hotel Churrut de Bera, Donamariako Benta de Donamaria, El Trujal de Pamplona, Venta Juan Simón de Arraitz, Posada de Oitz, Olhabidea de Sara y los locales Elutsa, Herriko Ostatua y Venta de Etxalar.
Y el jurado también estuvo a la altura, compuesto por la presidenta Ana Laguna y los académicos de la Navarra de Gastronomía Teresa González-Camino y Manuel Melgar, Pilar Díaz de Bustamante de representante de la Cofradía de la Buena Mesa y Grand Chef Cordon Bleu, el palomero José Mari Pikabea, y los concejales de Cultura de los municipios de Etxalar (Arantxa Zubieta) y de Sara (Henry Dutornier), así como Iñaki Idoate del Alhambra de Pamplona, en representación de los restaurantes de Navarra.
La iniciativa llega a su segunda edición y con «total deseo de continuidad», y corre a cargo de Teresa González-Camino y de Jaime Gaztelu, desde siglos y los actuales propietarios del espacio donde están las famosas palomeras etxalartarras. Teresa González-Camino estaba feliz por el estupendo desarrollo del certamen y explicó que la idea surgió «en apoyo a esta suerte tan arcaica y tan hermosa de caza con redes, que hay que conservar por encima de todo y de dar a conocer».
Como todos, estaba «admirada por la preparación tan clásica y al mismo tiempo tan imaginativa y elaborada» de la paloma de David García, que se cocinó en la choza de los palomeros, en Usategieta de Etxalar, que tiene por cierto unas instalaciones completísimas y preciosas como se merece el entorno. Todo salió estupendamente, aunque para el próximo año quizás se adelante el concurso al viernes porque el sábado «es día de trabajo para los restaurantes». Y ojalá les dure.