La iniciativa de la diputada del PP en el Parlamento andaluz despierta la polémica entre los taurinos y sorprende a sus rivales. Los populares se desmarcan: «Ha actuado a título particular».
De presidir corridas de toros en la feria de Fuengirola a liderar el primer lobby animalista en un parlamento autonómico. De fotografiarse con Curro Romero, Ortega Cano y Manzanares a reivindicar tuits del Pacma. De colaborar en festejos taurinos con el Ayuntamiento cuando era alcaldesa a compartir asociación parlamentaria con diputados que creen que «montar a caballo es una forma de explotación». Seis escenas a priori contradictorias que, sin embargo, tienen el mismo protagonista: la vicepresidenta del PP en el parlamento andaluz, Esperanza Oña.
Oña ha sorprendido en la cámara autonómica con la creación de Prodia (acrónimo de Protección y Dignidad Animal) que se define como «un grupo transversal no partidista en el parlamento» que tiene como objetivo «defender los derechos de los animales» y «generar cambios culturales y sociales», según su documento fundacional.
Una iniciativa que llega en un momento político delicado: en los estertores de la legislatura andaluza, con comicios en Castilla y León y con el debate de las macrogranjas candente. Así, Prodia ha disparado las alarmas de taurinos y de cazadores, que solo en Andalucía cuentan con 85.000 licencias. Dos grupos que son un notable caladero de votos para el PP, que ganó las autonómicas de 2018 con un programa favorable a la cinegética y a la tauromaquia.
Sin embargo, durante la presentación de Prodia, Oña recurrió a fintas dialécticas para evitar pronunciar las palabras «toros» o «macrogranjas» y las frases más lapidarias de la popular fueron «si estamos defendiendo los derechos de los animales, usted se imaginará» y «una razón no puede ser la tradición, porque entonces las cosas nunca cambiarían».
Junto a Oña -que además de diputada y alcaldesa por Fuengirola ha ocupado distintos cargos orgánicos en el PP como Responsable de Salud y Familias-, Prodia cuenta con Luz Marina Dorado de Adelante Andalucía, que aseguró que «montar a caballo es una forma de explotación del estado» en un debate parlamentario y Javier Pareja, veterinario de formación del partido Ciudadanos.
En cambio, el PP sí se ha pronunciado. Fuentes del partido aseguran que Oñá «ha actuado en este caso a título particular» y recuerdan que su partido «no está integrado en ninguna asociación contraria a la caza y los toros y no va a presentar ninguna iniciativa en contra» por una cuestión de «coherencia con su programa electoral y acción de Gobierno».
Los compañeros parlamentarios animalistas de Oña se encuentran en sus antípodas ideológicas. Algo que, según confiesan a LOC, ha sorprendido a concejales que se enfrentaron a ella desde la oposición en Fuengirola. Recuerdan «su autoritarismo dentro y fuera de los plenos» y episodios como la suspensión de empleo y sueldo a un policía local por llevar coleta o declaraciones como «el campo andaluz estaba mejor con Franco», que en la época de Griñan.
«Su animalismo en Fuengirola era solo defender al perro. Creó un día para este animal e incluso lo hizo coincidir con el Día de la República. Mientras tanto, ella presidía corridas, reinauguraba la plaza y ahí están los carteles de los toros en los que el Ayuntamiento aparecía como colaborador», resumen fuentes de IU.
Un episodio que también le reprochan los socialistas, al tiempo que recuerdan que «no hizo nada por luchar contra el maltrato animal, conseguir el sacrificio cero o modernizar la ordenanza».
Fuente. EL MUNDO