El sector cinegético denuncia que Europa ya ha iniciado el proceso para intentar prohibir la caza de la perdiz roja en España
El comité sobre las Directivas Aves y Hábitats de la Comisión Europea (NADEG) ha propuesto una actuación en la que se inicia el proceso para intentar prohibir la caza de la perdiz roja y otras especies cinegéticas que han sido incluidas dentro del listado de aves que se encuentran en un estado amenazado. En este listado, se incluyen especies como la perdiz roja, el avefría, el ánade rabudo, el porrón europeo y el porrón moñudo. Con esta medida se pretende limitar o prohibir su caza como única solución para mejorar su estado de conservación, sin tener en cuenta otras medidas para mejorar su hábitat, y a pesar de que precisamente esa pérdida de hábitat es la principal causa de regresión de estas especies tal y como denuncia el sector cinegético.
La propuesta de actuación, que fue debatida en la última reunión del grupo de expertos del NADEG, ha sido remitida al ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para que recopile las aportaciones de las distintas Comunidades Autónomas, ya que las medidas propuestas afectan directamente a las regulaciones y las competencias de cada región.
La Real Federación Española de Caza, como principal figura en la defensa de la actividad cinegética ha solicitado una reunión urgente con el MAPA para conocer su postura y exigir una respuesta firme del Gobierno de España ante este proyecto de la Comisión Europea. Desde este organismo alertan de la deriva anticaza que está tomando la actual política europea ya que, tal y como ha ocurrido con la moratoria de la tórtola, afirman que el único fin del organismo europeo es acabar con su caza y no trabajar en su recuperación, al no implementar ninguna medida en recuperar su hábitat cuando ésta es la principal causa en el descenso de sus poblaciones. Su presidente, Manuel Gallardo, afirma que “es inadmisible que sólo se ponga el foco en la actividad cinegética cuando el principal problema de estas especies es la pérdida de hábitat. Haremos todo lo necesario para defender los derechos de los cazadores y demostrar la importancia del sector cinegético ante Europa”.
Desde el sector cinegético se trabaja en diversos proyectos de investigación y conservación y abogan por demostrar con datos científicos la importante labor de la gestión cinegética para esas propias especies.
La perdiz roja, conocida como “la reina”, es todo un emblema y símbolo de la actividad cinegética en España. Cada año son muchos los turistas que visitan nuestro país para disfrutar de los famosos ojeos de perdiz roja. Cazadores europeos, americanos o australianos encuentran en esta ave una caza sin igual que no pueden disfrutar en otras latitudes.
La perdiz roja silvestre viene soportando décadas de declive y las causas, así como las posible soluciones o respuestas, deben ser analizadas para poder realizar una óptima gestión de sus poblaciones y poder asegurar su futuro y el de su caza.
¿Qué ha provocado la reducción de las poblaciones de perdiz roja?
Como todo problema de dinámica poblacional las casusas que lo originan son diversas y variadas. Algunas son incontrolables pero la mayoría de ellas (causadas por el hombre) serían fácilmente abordables de no vivir en una economía tan agresiva y estructurada.
El clima que cuando presenta condiciones realmente duras hacen estragos en las poblaciones perdiceras. Sequías prolongadas o tormentas desmesuradas son ejemplos naturales que poco se pueden controlar si bien el cambio climático que el hombre ha provocado parece que tiene mucho que ver con estos fenómenos.
En cuanto a las causas provocadas por el hombre y además reversibles encontramos la moderna agricultura como principal causante de la muerte directa e indirecta de las poblaciones de perdiz roja. La mecanización agraria y la modernización de las técnicas de cultivo han supuesto un enorme avance en la rentabilidad productiva de los cultivos, pero el precio a pagar no es solo el de las especies cinegéticas si no el de otras muchas que han desparecido o están en vías de hacerlo. La concentración parcelaria mal diseñada y la intensificación urbanística en determinadas zonas han supuesto una pérdida de calidad y extensión del hábitat de la perdiz. Las prácticas agrícolas agresivas como el excesivo uso de productos fitosanitarios en los cultivos, el uso de la maquinaria durante la noche, la recogida y empacado inmediatos, la pronta cosecha de los cultivos o la quema de rastrojos dejan sin refugio, sin nidos y sin alimento a las perdices.
Otras causas como un excesivo pastoreo que en muchas zonas se está produciendo durante todo el año y en todo tipo de paraje supone una práctica ganadera realmente dañina para las patirrojas. Otro factor que determina la reducción de estas poblaciones es la gran presión predadora. El aumento de rapaces, suidos, córvidos y gatos salvajes unido a la falta de control por parte de los cazadores y de una administración ajena a estos problemas supone un peligro constante para la supervivencia de las perdices en nuestros cotos.
El declive del conejo en muchas zonas de nuestra geografía es también causa de la disminución de la perdiz al convertirse ésta en la dieta de muchos depredadores que tenían en el conejo su principal fuente de alimentación.
Esta ave, sedentaria y autóctona, lleva años siendo monitorizada a través de proyectos del sector como el Observatorio Cinegético, y gestionada por los cazadores junto al Gobierno Central y las Comunidades Autónomas. Por ello, la entidad federativa espera una respuesta contundente de ambas administraciones para evitar que la Comisión Europea acabe con la caza y el mundo rural.
Fuente. larazon.es