El proyecto europeo Life + para
la reintroducción del urogallo en Picos
de Europa, donde la especie está
prácticamente extinguida, ha sufrido un
duro revés con la muerte de los tres
pollos liberados y radiomarcados para su
seguimiento en la zona de Riaño en
octubre del año pasado.
Desde hace más de un mes, los
agentes medioambientales de la Junta de
Castilla y León han estado buscando
señales del último de estos tres
ejemplares que continuaban con vida tras su
liberación el pasado 3 de octubre en la
ZEPA de Picos de Europa en Castilla y
León. Las difíciles condiciones
meteorológicas y la abundante nieve
impidieron que los agentes pudieran alcanzar
cotas suficientemente altas para escuchar las
señales emitidas por el collar de
radioseguimiento que les fueron instalados a
cada uno de los ejemplares liberados.
Utilizando un vuelo en helicóptero,
se consiguió escuchar la señal de
este ejemplar en un valle próximo a
Portilla de la Reina, a una distancia
aproximada de 20 kilómetros de la
última localización conocida. La
señal recibida no era de un ejemplar en
buen estado por lo que esa misma tarde se
intentó el acceso a pie hasta la zona de
señal con el fin de localizar el
ejemplar.
Las intensas nevadas caídas en la
zona durante esos días, hicieron el
acceso a este punto prácticamente
imposible, por lo que hasta el momento no se
ha podido recuperar el ejemplar y determinar
la causa de la muerte. El segundo ejemplar,
que llevaba desde hace aproximadamente un
mes en la zona de Cantabria, ha aparecido
muerto por depredación. El
cadáver fue encontrado en un nido en
una encina. Tanto el cuerpo como el emisor
han sido recuperados y trasladados al Centro
de cría y reserva genética de
Sobrescobio (Asturias).
Antes de su liberación, los
ejemplares fueron anillados y equipados con un
radiotransmisor de collar, lo que ha permitido
realizar un control del área de campeo
y evaluar su adaptación al nuevo
ambiente. El seguimiento periódico que
realiza el personal adscrito al Servicio
Territorial de Medio Ambiente (Agentes
Medioambientales de la comarca de
Riaño y Celadores de Medioambiente de
la Reserva Regional de Caza de Riaño)
y de la Fundación Patrimonio Natural
de Castilla y León, ha permitido
conocer el estado de las aves y su
localización.
Los resultados indican que el proceso de
cría se desarrolló correctamente
pues los tres ejemplares lograron sobrevivir un
tiempo mínimo de dos meses en
libertad, lo que indica que supieron
alimentarse de manera autónoma.
Fuentes de la fundación afirman que
aún es pronto para evaluar el
éxito de la reintroducción, ya
que estos programas de reforzamiento se
diseñan a largo plazo, estando prevista
la liberación continuada de ejemplares
durante los próximos años para
ayudar a consolidar núcleos
poblacionales estables. En cualquier caso, es
conocido que la mortalidad natural de los
individuos jóvenes en esta especie es
elevada, «por lo que cada mes que
estas gallinas han sobrevivido en libertad ha
sido un pequeño éxito y un
aprendizaje para todos», destaca la
fundación, que concluye que «los
resultados obtenidos hasta la fecha son
esperanzadores; queda camino por recorrer,
pero los primeros pasos indican que se trabaja
en la línea adecuada y que
habrá que ir mejorando detalles en los
protocolos a medida que los urogallos del stock
reproductor y los ejemplares liberados nos
vayan enseñando la mejor forma de
lograr los objetivos previstos del centro de
cría y del programa de
conservación ex situ».