Fundación Artemisan pide al Gobierno de España que escuche al Parlamento Europeo y modifique el estatus de protección del lobo, tras la Resolución aprobada el pasado jueves, día 24 de noviembre, con 306 votos a favor y 225 en contra y 25 abstenciones.
En la Resolución, el Parlamento Europeo insta a la Comisión Europea a tomar medidas para cambiar el estatus actual de protección del lobo y mitigar así los daños que el animal está provocando sobre la ganadería, especialmente la extensiva, y el consiguiente perjuicio al medio rural.
De la misma manera, la Eurocámara pide en la Resolución trasladar el acuerdo a los distintos estados miembros, entre los que se encuentra España. Un acuerdo que da la razón a las Comunidades Autónomas que más cantidad de lobo tienen: Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, y a entidades que, como Fundación Artemisan, advirtieron del error que suponía modificar el estatus de protección del lobo.
En este sentido, la Fundación recuerda que, cuando se conoció el borrador del Plan de Gestión del Lobo, elaborado por el MITECO, ya advirtió que se trataba de un despropósito que respondía a cuestiones ideológicas y presiones por parte de sectores animalistas, y que dejaba de lado la evidencia científica y la realidad de los habitantes del mundo rural.
Así, alertó de que el documento cargaba todo el peso sobre los ganaderos, un colectivo que se encuentra ya al límite y que la prohibición de su caza iba a generar graves problemas, no solo en las zonas donde ya lo es, sino que abría la posibilidad de traslocaciones, trasladando el problema a nuevas áreas geográficas.
Igualmente, denunció que, una vez más, la decisión de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRES) se tomó sin consenso y sin escuchar a las partes afectadas, y a través de una votación en la que 8 territorios que albergan menos de 30 lobos impusieron su voz ante las comunidades que gestionan más de 2.400 lobos y que se enfrentan a diario a la problemática de su convivencia con la ganadería.
Todo ello cuando la evolución de la especie y población actual en España es una de las mejores a nivel europeo, con en torno a 300 manadas y más de 2.5000 ejemplares, precisamente gracias a la buena gestión del lobo que se ha venido llevando a cabo en nuestro país durante las últimas décadas.
En opinión de la Fundación, la inclusión del lobo en el LESPRES fue una traición al mundo rural, que se llevó a cabo bajo criterios como su valor cultural o su singularidad o rareza, y no por la situación real de la especie o por los criterios técnicos y científicos que deberían regir decisiones que tienen graves consecuencias para una parte importante de la población.
Para la entidad, el Parlamento Europeo ha hecho justicia a los ganaderos españoles y al mundo rural, y espera que el Gobierno Español rectifique, tome nota y cese en su deriva animalista y en su política de ataque continuo a sectores imprescindibles para toda España en general, y para la supervivencia del mundo rural en particular.