Los responsables de Pesca de las Comunidades del Cantábrico han entregado al director general de Ordenación Pesquera de la Secretaría General del Mar, Ignacio Gandarias, el plan integral de pesca de bajura en el caladero nacional del Cantábrico Noroeste que pretende regular, equilibrada y armónicamente, la actividad de las flotas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, estableciendo medidas que contribuyan a la conservación y recuperación de los recursos pesqueros. De este modo dan respuesta al compromiso del Ministerio de Medio Rural y Marino, de estudiar y evaluar este plan, elaborado por las cuatro comunidades autónomas.
El plan incluye a la flota de artes fijas (palangre, volanta, rascos y artes menores) y de cerco que faena en el caladero, y recoge la reducción del esfuerzo pesquero, clave para garantizar la sostenibilidad de estas pesquerías. Tal reducción se acometerá mediante las paralizaciones temporales de la actividad pesquera, de ser el caso, y la definitiva de un número determinado de barcos de pesca. En el caso de las artes fijas, las comunidades proponen una reducción del arqueo de 15,31 GTs (Toneladas que reducirán entre todos los barcos de la flota). En este caso, las principales capturas obtenidas por estas flotas son la caballa, la merluza, el bonito del Norte, el pulpo y el congrio.
La caballa, la sardina y el jurel son las especies más significativas para la flota de cerco, que reducirá 16,41 GTs en arqueo. Si alguna pesquería necesita una reducción de esfuerzo circunstancial, el documento contempla que cada comunidad pueda establecer paradas temporales de sus flotas para poder lograr la sostenibilidad de estas pesquerías, adaptándose siempre a las exigencias de los Fondos Europeos. El plan recoge la aplicación de medidas de acompañamiento que contribuyan a la conservación y recuperación de los recursos pesqueros como la salida anticipada del sector pesquero -incluida la jubilación anticipada-, planes de reciclaje profesional en áreas distintas de la pesca, y propone la compensación no renovable a los pescadores que hubieran trabajado a bordo de un pesquero sometido a paralización definitiva.