El Consejo de Ministros aprobó hoy para su remisión a las Cortes el anteproyecto de Ley de Pesca Sostebible, que incorpora el nuevo régimen de lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Esta Ley, que sustituirá a la de Pesca Marítima actualmente en vigor, tiene el objetivo de preservar la diversidad marina y lograr una explotación «racional, responsable y sostenible» de los recursos pesqueros, en línea con la normativa comunitaria e internacional y el código de conducta para la pesca responsable de FAO.
En la rueda de prensa posterior al Consejo, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó que, entre otras medidas, la normativa establece fuertes controles de las importaciones de productos pesqueros en territorio comunitario.
Además, refuerza las normas por las que se rige el acceso a los puertos de los buques pesqueros que enarbolan pabellón de terceros paises e implanta medidas sancionadores para evitar y disuadir la pesca ilegal, una de las mayores amenazas para la gestión y aprovechamiento de los recursos marinos vivos y competencia desleal para el sector pesquero que cumple con la legalidad.
Se trata, según subrayó De la Vega, de una «Ley muy completa, que aborda en su integridad la actividad pesquera desde la perspectiva de la sostenibilidad».
La Ley pretende garantizar que el aprovechamiento de los recursos marinos vivos se realice bajo unas condiciones económicas, medioambientales y sociales sostenibles y que la práctica de esta actividad esté comprometida con la protección del medio marino.
Por otra parte, se refuerzan y regulan otras actividades de acceso a los recursos distintas de la actividad pesquera profesional, relacionadas con el medio marino, cuyo alcance e impacto en la sostenibilidad de los recursos ha de tenerse en cuenta, como la pesca de recreo, la extracción de algas o flora marina y el aprovechamiento del recurso marino vivo para acceder a su material genético.
Asimismo, la normativa se pone de manifiesto la importancia y el auge de la acuicultura como actividad económica, complementaria de la pesca marítima, ya que supone una fuente alternativa de alimentos de origen marino y abastecimiento del mercado.