El Gobierno de Extremadura
acuerda con cazadores y ganaderos de la
región «batidas puntuales y
excepcionales y siempre controladas» en zonas
con mayor proliferación de
enfermedades y prevalencia de contagio para
el ganado.
Esta es una de las medidas principales que
pactaron ayer ambas partes en una
reunión del consejero de Agricultura,
Desarrollo Rural, Medio Ambiente y
Energía, José Antonio
Echávarri, con la organización
agraria Asaja Extremadura, con su presidente
Angel García Blanco a la cabeza, con la
Federación Extremeña de Caza y
con el alcalde de Valencia de
Alcántara, Pablo Carrilho. Durante el
encuentro, se acordó también
la ampliación de la emergencia
cinegética a determinadas zonas
regables, «sobre todo de maíz»,
así como encargar una encomienda
para ubicar capturaderos de jabalíes
con el fin de sacarlos de lugares que no son su
hábitat natural, según
precisó el Gobierno regional en una
nota de prensa tras la reunión.
Estos principales acuerdos, además
de otras sugerencias, serán sometidas
al Consejo Extremeño de Caza y se
pondrán en marcha como «medidas
piloto» en Valencia de Alcántara, por
ser la zona «donde la cabaña ganadera
se puede ver más afectada por la
proliferación de enfermedades». El
consejero recordó que en Extremadura
hay casi 1,8 millones de hectáreas
declaradas de emergencia cinegética,
la mitad de la superficie de la región, y
agradeció a los participantes en la
reunión «el hecho de sentarse para
negociar estas medidas» en beneficio del
saneamiento ganadero, y que se verán
reflejadas en un documento de consenso.
Todos los participantes en la reunión se
mostraron de acuerdo en la necesidad de
implementar estas medidas y se han logrado
«acuerdos importantes» para el fin que se
busca.
Por su parte, el presidente de Asaja
Extremadura, Angel García Blanco,
señaló al término del
encuentro que el resultado es «medianamente
satisfactorio» ya que se han tomado medidas
para «disminuir la interacción entre la
fauna salvaje y la ganadería, lo que
trae graves problemas sanitarios».
Argumentó que la fauna
cinegética es «el vehículo
transmisor de problemas sanitarios» y que,
aunque es satisfactorio que se vaya a actuar
en la zona de Valencia de Alcántara,
«queda todavía pendiente el resto de
Extremadura, que es muy grande».
Asimismo, el presidente de la
Federación de Caza de Extremadura,
José María Gallardo Gil,
señaló que la reunión ha
sido «tensa» y señaló que a su
organización le preocupa la
situación de la caza mayor, por lo que
es preciso que las medidas de
protección del ganado no afecte a la
actividad cinegética.
PROTESTA EN MERIDA Sobre la protesta a
las puertas de la consejería realizada
por Apag Extremadura Asaja, Echávarri
señaló que respeta la
manifestación pero no la comparte,
porque, dijo, hace dos días estuvo
sentado con el presidente de la
organización «para escuchar propuestas
de cara al programa electoral del Partido
Popular, y delante de varias personas
más manifestó que la
consejería había funcionado
razonablemente bien respecto a otras
legislaturas». El consejero reveló que
él le invitó a sentarse a hablar
pero «no ha querido reunirse».