Las asociaciones de cazadores de la Ribagorza y el Sobrarbe se plantean abandonar los cotos ante la imposibilidad de afrontar los pagos por las indemnizaciones a las que deben hacer frente por los accidentes de tráfico provocados por especies cinegéticas.
Esta tarde, más de 40 sociedades de la zona se reunirán para tomar una decisión y, seguramente, solicitar un encuentro con el Inaga (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental) para buscar una solución a un problema que se extiende por todo Aragón, dado que es relativamente frecuente que la irrupción de especies cinegéticas provoquen accidentes en las carreteras de la comunidad.
No es la primera vez que surge este problema. Ni la primera con semejante amenaza. Hace poco más de una década se solucionó con un acuerdo con el Ejecutivo aragonés por el que éste asumía siempre los pagos tras firmar una póliza con un seguro. Pero, bien porque a dicha entidad no le salía rentable, bien por el recorte presupuestario, el contrato no se renovó.
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón admite que el Inaga solo asume el pago cuando el accidente de tráfico se produce durante un día de caza. De no ser así, el coto es quien debe hacerse responsable. De hecho, los cazadores aseguran que las últimas sentencias dictadas al respecto por la Audiencia de Huesca, y una vez el Gobierno de Aragón deniega la indemnización, se les imputa el pago.
RESPONSABILIDAD Hay que tener en cuenta que algunas de estas sociedades son muy pequeñas. Por ejemplo la de Eresué, que solo cuenta con cuatro socios. Y que algunas de las demandas no se originan por siniestros ocurridos dentro de los límites de los cotos, ya que en caso de que no se certifique la procedencia del animal, la responsabilidad es compartida por varios cotos.
A todo esto se suma el hecho de que las aseguradoras han cambiado sus pólizas y muchas de ellas ni siquiera quieren contratarlas. «En nuestro caso, y gracias a la Federación de Caza, firmamos un seguro con una franquicia de 300 euros y un límite que ronda los 70.000 euros. El problema está en qué pasaría si en uno de estos accidentes fallecen una o varias personas», reflexiona José Manuel Hernández, presidente de la Sociedad de Cazadores de San Feliu de Veri.
ACUERDOS El presidente de la sociedad de Bisaurri, Ismael Riva, explica que en el último siniestro llegaron a un acuerdo con el accidentado. «Dentro de nuestros límites no hemos tenido ningún accidente, pero el problema es que también nos hacen responsables de los que ocurren a un kilómetro. En este caso, hemos pagado 1.800 euros compartidos con el de San Feliu de Veri. El siguiente es de 4.200 euros y no sabemos si el seguro firmado con la federación se hará cargo. Y todavía hay pendientes otros tres», asegura Riva.
Al encuentro de hoy acudirán, entre otros, representantes de las sociedades de cazadores de Eriste-Sahún, Chía, Eresué, Biscarrués, Castejón de Sos, San Feliu de Veri, Laspaúles, Neril, Montanuy, Castanea, Bonansa o Santaliestra.