La Consejería de Medio Ambiente investiga la mortandad de perdices y faisanes registrada en los últimos meses en once cotos de caza de la provincia de Cádiz debido a una infección vírica aún no determinada y que no se había dado antes en la zona.
Fuentes de la Delegación en Cádiz de la Consejería han explicado que la mortandad comenzó a detectarse a mediados de agosto en un coto de Vejer de la Frontera y que aún se están analizando muestras para determinar el virus causante.
Los técnicos de Medio Ambiente, tras descartar su primera hipótesis, que se debiera a un tóxico, han determinado que el virus tampoco está relacionado con la Fiebre del Nilo, Newcastle o la gripe aviar, por lo que «siguen recogiendo muestras» para determinar que tipo de virus y que «en todo caso, no se había dado nunca en la zona», señalan fuentes de la Delegación de Medio Ambiente.
La Delegación ha informado a los cotos de la provincia que se puede seguir cazando en el área «con normalidad» y manteniendo «las vedas y periodos hábiles» para la actividad cinegética y no entra a valorar si estas piezas se pueden o no comer puesto que este extremo, según dicen, no es de su competencia.
Las fuentes apuntan a que no se tiene aún una estimación del número de perdices y faisanes afectados pero aseguran que «la actual merma de la población no se puede atribuir sólo a esta nueva enfermedad».
«Desde junio de 2009 a junio de 2010 -antes de que se detectara el virus- ya se había producido un acusado descenso en la población debido a que las condiciones meteorológicas han afectado negativamente a la reproducción», señalaron las fuentes.