«Una de las peores
campañas de media veda que se
recuerdan» es la afirmación que
realiza el presidente del coto de caza de Toro,
José Antonio Melgar, tras valorar la
campaña cinegética que
concluyó el pasado domingo.
Una situación que para Melgar ha
sido debida a que «el año ha venido
bastante seco. La cosecha se ha adelantado y
muchas tierras han tenido que ararse antes de
lo previsto y la caza no ha tenido lugares
donde cobijarse».
Una sequía que ha marcado la
media veda por el hecho de que el calor de
este tiempo no ha permitido a los animales
realizar la cría correctamente, y en
consecuencia las camadas y las polladas no
han sido muy numerosas. En este sentido, tal
y como afirma Melgar, «ha habido muy pocas
codornices y tórtolas. La sequía
ha provocado que el hábitat de estas
especies no haya sido el idóneo y por
lo tanto el número de las mismas hay
mermado mucho».
Descenso de especies
Una media veda que comenzó el
15 agosto y que se extendió hasta el
pasado domingo 20 septiembre, siendo los
días hábiles de caza los jueves,
sábados y domingos. Una
campaña cinegética en la que ha
habido un descenso muy elevado en cuanto a
la cantidad de especies a cazar y que ha
convertido a la misma en una de las peores de
los últimos años. Una
circunstancia que difiere mucho en lo
acontecido durante los meses del invierno,
donde la campaña se cerró
satisfactoriamente al haber un número
elevado de especies aunque, como afirma
Melgar, «no sé cómo pueden
comparar ambas campañas dado que
son dos épocas completamente
distintas».
Así las cosas, los cazadores
toresanos clausuraron el pasado domingo una
media veda decepcionante en la que la
sequía acontecida durante los
últimos meses ha marcado de forma
decisiva el desarrollo de la misma.