Desde la entrada de la Peste
Porcina Africana (PPA) en el este de la UE al
inicio de 2014, la enfermedad se ha ido
extendiendo. No se ha observado ninguna
correlación entre la densidad de la
población de jabalíes y la
notificación de casos en un
área.
La fuente de la introducción del
virus parece ser el bajo nivel de bioseguridad
en las granjas de traspatio; sin embargo, no se
ha reportado ningún contacto directo
entre los cerdos y jabalíes.
La Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria (EFSA) ha evaluado medidas de
gestión del jabalí destinadas a
controlar la PPA. En primer lugar, la literatura
publicada muestra evidencia de cambios en la
demografía de los jabalíes
después de la implementación
de diferentes estrategias de manejo. No se ha
documentado en Europa una reducción
en una población de jabalíes de
más del 60%, como resultado de la
caza convencional.
En segundo lugar, durante una
reunión de consulta, 30 expertos
identificaron diferentes herramientas de
gestión de jabalíes para
combatir indirectamente la propagación
de la PPA.
En tercer lugar, se ha desarrollado un
modelo de simulación
epidemiológica para comparar los
efectos de la aplicación individual o de
combinaciones de herramientas de
gestión para el control de la PPA. El
modelo ha demostrado que medidas tales
como reducir las poblaciones de
jabalíes en más del 70%, en
teoría, podrían ser eficaces
para el control de la PPA pero en la
práctica, sería imposible
lograrlo en una temporada de caza. Por otro
lado, las estrategias de gestión
convencionales, tales como prohibir la
alimentación o la caza selectiva de
hembras, pueden prevenir eficazmente la
propagación de la PPA en la zona de
control sólo después de varios
años de aplicación.
Por tanto, la EFSA concluye que el modelo
más efectivo para detener la
propagación de la PPA en
jabalíes sería una
combinación de diferentes
herramientas, como evitar el contacto con los
cadáveres y la intensificación
de la caza convencional, reduciendo la
reproducción en el año siguiente
en un 30-40%.