Los cazadores vallisoletanos ya
velan armas. Apenas queda un mes para la
apertura de la media veda y ya limpian
escopetas y sueñan lances. Pero la
temporada no se presenta nada
halagüeña.
Así lo cree Jesús
Hernández Matesanz, el delegado
provincial de la Federación de Caza
quien cree que la estrella de la media veda, la
codorniz, brillará pero por su
ausencia.
Hernández Matesanz lo explica:
“Los calores de este verano, se
está cosechando muy rápido y
muchos agricultores están ya trillando
la paja e incluso metiendo la vertedera. A los
animales se les acaba la cobertura natural para
defenderse y terminan marchándose a
otras latitudes”. El delegado provincial
de caza va más allá y pone una
comparación: “si vives en una
casa y te quitan las paredes, el techo y te
pasan una apisonadora,
imagínate…”.
La codorniz se prevé más
floja que el año pasado, que ya de por
sí fue una mala campaña. En
cuanto a la torcaz parece que la temporada
será muy similar “y sin grandes
sorpresas”. En cuanto al conejo, el
delegado de caza dice que se han visto en el
campo muchos ejemplares con
mitomatosis.
La media veda llegará el 15 de
agosto y se prolongará hasta el 13 de
septiembre con un cupo de 30 codornices por
día, que según
Hernández Matesanz nadie
alcanzará. La provincia tendrá
algunas zonas mejores de caza.
“Especialmente donde haya zonas de
regadío la caza se sujetará
mejor. Sobre todo en la zona norte de Tierra
de Pinares. Tierra de Campos también
tendrá altibajos, con la zona norte
sensiblemente mejor que la sur”.
El delegado provincial de Caza cree que si
las prácticas agrícolas en
Castilla siguen como hasta ahora “la
codorniz irá a peor, a mucho peor y a
nada”, explica gráficamente. A
pesar de ello, miles de cazadores esperan al
día de la Virgen para salir al campo.
“Es un momento mágico, porque
el cazador con la codorniz experimenta uno de
esos momentos de gozo, con su perro. El perro
lo hace todo, la escopeta solo remata la
faena”, concluye Jesús
Hernández.