La Federación Extremeña de Caza ha presentado hoy el primer informe sobre la “Situación de la Caza en Extremadura”, un documento sin precedentes en la región y que analiza todos los datos relativos al sector cinegético extremeño.
El presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, ha explicado durante la presentación que el informe refleja que “el sector cinegético es una importante fuente de riqueza y desarrollo rural, y que puede y debe ser motor de creación de empleo”” Así, en sus más de 170 páginas se pueden consultar la evolución legislativa, estadísticas de cotos de caza, capturas, trofeos, terrenos cinegéticos bajo gestión pública, gestión de siniestros de caza, actuación de servicios veterinarios, ingresos públicos que provienen del sector y el flujo económico que procede del sector de la caza.
El objetivo es que éste sea sólo el punto de partida, de forma que el estudio tenga continuidad en los próximos años, creando una serie estadística que permita a la administración autonómica, a investigadores, empresarios y a los mismos aficionados, tener una visión de conjunto de la realidad cinegética de nuestra región. Todo ello desde una doble perspectiva: una como foto fija de un periodo determinado, y otra como serie histórica que permita el análisis de la situación y la evolución del sector, no sólo centrada en las capturas, sino abierto a sus repercusiones sociales y económicas.
La primera consideración general del texto que cabe hacer, ha destacado el presidente de FEDEXCAZA, es definirlo como un documento único en nuestra región, con un alto valor divulgativo, informativo y documental, “lo que lo convierte en una herramienta fundamental para la mejora de la caza en Extremadura”.
DATOS DESTACABLES
Según explica el informe, más de 83% del territorio extremeño tiene gestión cinegética, mientras que un 30% de la región también alberga figura de protección ambiental. Esto avala, ha resaltado Gallardo, que “caza y gestión no es que sean compatibles, son mucho más, van de la mano, y éste dato es un ejemplo claro”.
En cuanto a la evolución de las especies, los datos reflejan una tendencia al aumento de las especies de caza mayor, lo que supone un riesgo alarmante por accidentes de tráfico, daños a la caza menor y daños a la agricultura. Por eso, se convierte en especialmente importante la labor de control poblacional que ejercen los cazadores.
De forma paralela hay un descenso muy importante de la fauna menor, sobre todo del conejo, algo que se explica, ha dicho, por el aumento de los depredadores (sobre todo el zorro), el abandono del campo, las enfermedades y algunas malas prácticas agrícolas. Todo unido “da como resultado un descenso muy importante de fauna menor, sobre todo del conejo”. En concreto, las capturas de esta especie se han reducido casi un 60% en los últimos cinco años.
Otras curiosidades del informe son las estadísticas que arrojan “mucha luz sobre mucho bulo”, como son las que demuestran la estabilidad de las poblaciones de codorniz y tórtola en los últimos años a pesar de los mensajes alarmistas que llegan al respecto.
Por lo que se refiere a la actividad económica del sector, el presidente de la Federación Extremeña de Caza ha recordado que el año pasado la Administración autonómica recaudó 6,8 millones de euros por impuestos y tasas procedentes del sector cinegético. En cuanto a la importancia del sector en la economía regional, el estudio cifra en más de 360 millones el flujo económico que generó en la última temporada la caza en Extremadura.
CONCLUSIONES
José María Gallardo ha afirmado que todos estos datos dejan claro que se trata de “una actividad imprescindible para Extremadura” por su doble papel como “motor de desarrollo rural y de conservación de los espacios”. A su juicio, aún queda mucho potencial sin explotar en la caza, un sector, ha dicho, que “necesita políticas de impulso para formación, para la profesionalización y apoyo a la empresa en el mundo de la caza, porque todo ello será apoyo al desarrollo rural”
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