La nueva figura del guía de pesca fluvial, o lo que es lo mismo la regulación de la actividad de los gancheros en los ríos salmoneros asturianos, mereció ayer el apoyo de las principales asociaciones asturianas de pescadores.
«No me opongo a esa figura, pero no sé si se podrá llevar a efecto su creación», comentó el presidente de El Esmerillón, Antón Caldevilla, quien confía en que la regulación no suponga que algunos de los actuales gancheros se vean obligados a abandonar su actividad. «O se hace bien o apartarán del río a ribereños de prestigio», añadió Caldevilla.
«Siempre hemos defendido la existencia de unos gancheros o ayudantes y podría generar nuevos puestos de trabajo, pero sí se regula de forma rígida podrían encarecerse sus servicios», manifestó Delfín Puente, presidente de la Real Asociación Asturiana de Pesca.
Celestino Pérez, presidente de la Asociación Las Mestas del Narcea apoyó la creación de la nueva figura de los guías de pesca, aunque cree que «seguirán los que estaban». Pérez añadió que desde Las Mestas y otras asociaciones «nos oponemos a que los gancheros ayuden a pescar a los titulares del coto porque eso sería darles patente de corso».