La Guardia Civil muestra mano
dura con los furtivos del desmogue. A primeros
de mayo detuvieron, en La Carolina, a un
vecino que escondía en su casa gran
cantidad de astas de ciervo y gamo,
además de diversos efectos
electrónicos utilizados para el cultivo
de maría.
Unas semanas antes, esta misma
comandancia intervino 1.285 kilos de cuernas
de ciervo y y gamos, valoradas en el mercado
en unos 40.000 euros. Ahora, estos agentes
asestan un nuevo golpe pero, esta vez, en la
Sierra de Andújar donde, precisamente,
a principios de febrero, los profesionales del
sector denunciaron, en este periódico,
la presencia de furtivos.
Según informó el Instituto
Armado, se detuvieron a dos personas como
presuntas autoras de un delito de robo con
fuerza. Las sustracciones se produjeron en una
casa de campo de la conocida zona de
“viñas de
Peñallana”, en la sierra. Todo
apunta a que los presuntos autores sustrajeron
dos cabezas de ciervo, un colmillo de elefante,
dos cuernas de gamo y otras cuatro de ciervo.
Todo este material fue decomisado por los
agentes durante la intervención.
Las investigaciones fueron llevadas a cabo
por el equipo de investigación de la
Guardia Civil de Andújar, que
comenzó a atar cabos a raíz del
material localizado, anteriormente, en La
Carolina. Los agentes le hicieron fotos y el
dueño de las cuernas fue el que las
reconoció a través de las
instantáneas. De ahí, se
tiró del hilo para completar un caso
que llevó, finalmente, a las dos
detenciones actuales.
En un primer momento, se produjo el
arresto de uno de los presuntos autores, un
hombre de 39 años, vecino de
Andújar. Gracias a la
investigación se pudo dar con el
segundo detenido, otro iliturgitano, pero de 49
años. Con los arrestos se logró
recuperar dos cabezas de ciervo ancladas en
madera con sus respectivas cuernas, otro
soporte con piezas de gamo, el colmillo de
elefante, también anclado en madera,
y dos cuernas de ciervo. Estaban ocultas en
medio de la Sierra de Andújar.
Los dueños de fincas ya
denunciaron, en febrero, la presencia de
“ladrones”
Propietarios de fincas de la Sierra de
Andújar denunciaron, a primeros de
febrero, a través de las páginas
de este periódico, que eran
víctimas, un año más,
de “acoso” y robos, coincidiendo
con los preparativos de la temporada de
desmogue del venado, que suele hacerse en
primavera. Se presentaron en torno a una
decena de denuncias, en las que se hace
constar que los dueños de las parcelas
de caza mayor son “amenazados”
por grupos organizados que se desplazan hasta
la zona para, supuestamente, hacerse con las
cuernas. Como ya pasó el año
pasado, los afectados alertaron de que
también detectan sustracciones en
viñas de las casas de campo
típicas de la Sierra de Andújar,
en la conocida zona de “viñas de
Peñallana”. Por eso, reclamaron
una mayor presencia de las fuerzas de
seguridad en la zona y durante la temporada
alta para evitar ser víctimas de estas
personas, que saben perfectamente
quiénes son. Alertaron de que es un
problema de seguridad, ya no solo por el
material que se llevan, sino por las familias
que tienen su residencia en el parque.
Además, cabe recordar que durante la
campaña de recogida de desmogues, las
astas de ciervo y gamo suponen un ingreso
extra para muchos guardas de fincas que
encuentran en este aprovechamiento otro
recurso más para mantener sus
casas.
EL DETALLE
NEGOCIO. El principal motivo por el que,
cada año, se repiten estos casos de
robos que tanto desesperan a los cazadores y
propietarios de fincas es el alto valor que
tienen en el mercado, ya que un kilo puede
llegar a alcanzar, esta temporada, incluso los
sesenta euros. El último año se
pagaron hasta cuarenta euros, cuando su
precio normal sería unos veinte. El
principal motivo es la alta demanda del
producto que llega desde Asia. Ahora, se
detecta
una emergente línea de
exportación que hace pensar que se
incrementará, todavía
más, la demanda de los trofeos de
caza. Se tiene constancia de un nuevo
mercado que procede, principalmente, de
Estados Unidos, donde los cuernos se utilizan
para hacer “tacos”
dentífricos para animales de
compañía, principalmente
perros. Además, cada vez son
más las páginas de internet que
anuncian la venta de las astas de ciervo como
el “cepillo de dientes” natural
para canes, al ser un producto cien por cien
puro y duradero.