La Patrulla del Servicio de
Protección de la Naturaleza de la
Guardia Civil de Almazán (SEPRONA)
de la Comandancia de Soria, imputó un
delito de intrusismo al vecino de
Sigüenza (Guadalajara) J.A.M.N., de 60
años, por la realización de
servicios de seguridad privada, vistiendo el
uniforme y con los distintivos de Guarda Rural
sin estar habilitado para ello.
Las actuaciones comenzaron con una
llamada telefónica al Centro Operativo
de Coordinación de la Comandancia de
la Guardia Civil de Soria del titular de un coto
privado de caza advirtiendo la presencia de
cazadores furtivos en la zona. Durante la
práctica de gestiones se
comprobó, a través de la
Intervención de Armas de la Guardia
Civil de Soria, que no constaba que la persona
que ejercía de guarda se encontrase
dado de alta como Guarda Rural, ni que
tuviese habilitación para vigilar
ningún coto privado de la provincia,
así como tampoco estaba contratado
como Guarda Rural por el titular del terreno
cinegético.
Este hecho motivó la
tramitación las correspondientes
denuncias por infracciones administrativas a la
Ley 5/2014 de Seguridad Privada y la
imputación de un delito de intrusismo,
tipificado en el vigente Código Penal.
Las diligencias fueron entregadas en el
Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción de Almazán.
Según informe de la
Secretaría General Técnica del
Ministerio del Interior los vigilantes de caza de
creación autonómica
deberán limitar sus actuaciones a los
aspectos directamente relacionados con el
ámbito que es objeto de la
competencia autonómica (en este caso,
cinegético), pero sin que supongan en
ningún caso intromisión en las
funciones de seguridad expresamente
reservadas en la legislación de
seguridad pública o de seguridad
privada como complemento de aquélla,
así como los guardas rurales
(anteriormente guardas particulares de
campo), cuya habilitación, expedida
por el Ministerio del Interior, les faculta para
desempeñar -en ámbitos
privados-, en todo el territorio nacional las
funciones que, con carácter exclusivo
les atribuye la normativa de seguridad
privada.
La licencia de Guarda Rural se obtiene tras
la superación de un examen que el
Ministerio del Interior convoca dos veces al
año con carácter nacional. Para
acceder a dicho examen, además de
cumplir los requisitos habituales a este tipo de
convocatoria (como ser mayor de edad,
nacional de un país miembro de la
Unión Europea, gozar de las adecuadas
condiciones psicofísicas y carecer de
antecedentes penales), es preciso haber
superado en alguno de los centros de
formación autorizados por la
Secretaría de Estado de Seguridad el
curso correspondiente.