El Servicio de Protección
de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil
ha abierto una investigación como
consecuencia de una muerte «masiva» de aves
en la comarca del Guadajoz, según la
denuncia pública realizada por los
colectivos de cazadores.
El secretario y vicepresidente del club Las
Laderas, de Castro del Río, Francisco
Rodríguez, explicó ayer que
esta muerte, supuestamente por
envenenamiento, está afectando en las
últimas semanas tanto a aves de la
familia de las fringílidas -verderones o
jilgueros- como a ejemplares que se alimentan
de grano -perdices o palomas-.
En el primer caso, según los
cazadores, la causa habría que buscarla
en la utilización de productos
fitosanitarios en el cultivo del olivar, mientras
que la elevada mortandad del segundo grupo
se hallaría en los productos
químicos empleados en la siembra del
girasol o el trigo. Aunque suele ser habitual
que la muerte de aves se dispare a estas
alturas del año precisamente por el uso
de componentes químicos en el
tratamiento del campo, Rodríguez se
refirió a una virulencia inusual estas
semanas. Tanto es así que un
particular encontró el lunes en un
palomar de su propiedad una quincena de aves
sin vida, algunas de ellas, entre las que
había palomas deportivas,
todavía moribundas. Y todas ellas
tenían en el buche pipas de
girasol.
Junto a los pájaros muertos se
hallan vómitos de color
rosáceo, producto, según los
cazadores, del producto con que se tratan las
semillas para que puedan superar las plagas.
El problema es especialmente acusado en la
localidad de Castro del Río, en cuyo
casco urbano también han empezado a
aparecer palomas muertas próximas a
los lugares donde usualmente anidan.
Rodríguez informó de que
la Federación Andaluza de Caza ha
puesto el caso en conocimiento de la
Delegación de Medio Ambiente y de la
Guardia Civil, que ya ha abierto una
investigación para aclarar los hechos,
confirmaron fuentes de la Comandancia de
Córdoba. El colectivo de cazadores
advirtió del problema medioambiental
que se avecina si los pequeños
depredadores empiezan a alimentarse de los
cadáveres de los animales.