La irrupción de
jabalíes en la calzada es un riesgo al
que se enfrentan cada día quienes
circulan por la autovía Ferrol-Vilalba,
principalmente en horario nocturno.
El tramo más peligroso es el
comprendido entre la entrada de Ferrol y San
Sadurniño, en el que la Guardia Civil de
Tráfico ha registrado más de
una docena de accidentes en los
últimos meses, si bien no hubo que
lamentar desgracias personales. No obstante,
se estima que pudo haber más
percances de este tipo, porque los camiones
del transporte del carbón
también se topan con frecuencia con
jabalíes en la calzada, pero en este
caso los vehículos no suelen sufrir
daños.
La facilidad con la que estos animales
salvajes acceden a la calzada radica,
según el presidente de la sociedad
Caza e Pesca Xuvia, Eloi Saavedra, en que el
vallado perimetral de la autovía es
inadecuado. La reja solo llega a ras de suelo y
los jabalíes meten el hocico por debajo
y se abren camino sin mayor problema. De
hecho, a lo largo de todo el trazado antes
señalado existen al menos 15 pasos de
animales perfectamente visibles desde los
montes, con senderos que desembocan en la
autovía.
La zona más conflictiva se
encuentra a la altura del kilómetro
5,400, en el área de la parroquia
naronesa de Sedes. En ese lugar se puede
observar un punto concreto que parte de la
pista de O Salgueiral, en el que se ven
perfectamente las pisadas de los
jabalíes que, a lo largo del tiempo, han
logrado conformar un sendero que termina en
la autovía.
En un vial que discurre paralelo a la
autovía a la altura de la cementera de
Castro también son perfectamente
visibles otros pasos en los que la verja esta
levantada.
Según Eloi Saavedra, el hecho de
que desde la AG-64 no se observen a simple
vista los accesos utilizados por estos animales
se debe a que las limpiezas de maleza en los
bordes de la autovía no llegan hasta el
vallado, para no romperlo con los equipos de
desbroce, por lo que este queda siempre
cubierto de matorrales por uno y otro
lado.
El presidente de Caza y Pesca Xuvia,
titulado en Arqueología pero que
trabajó mucho tiempo como
técnico de obras, asegura que no hay
ningún tipo de mantenimiento sobre el
vallado perimetral y, a mayores, se trata de
un cierre defectuoso, que solo es válido
para mantener alejados a los animales
domésticos. Según explica, lo
lógico sería instalar una valla
de dos metros de altura, de forma que un
metro y medio quedase en vertical y el resto
se doblase hacia el exterior,
sujetándolo al suelo con unos anclajes.
De este modo, el jabalí no
podría meter el hocico para levantar la
verja. Es el método que se
utilizó en el cierre perimetral del vial
del puerto exterior de Ferrol y los resultados
son los adecuados.
De los 15 pasos de animales descubiertos
entre Ferrol y San Sadurniño, uno de
ellos se encuentra dentro del tecor de caza que
gestiona la asociación Urogallo y los 14
restantes en el de Caza e Pesca Xuvia. Esta
última asociación tiene previsto
presentar en breve una denuncia ante la
Guardia Civil, para que la Fiscalía tome
medidas por la falta de mantenimiento del
vallado de la autovía Ferrol-Vilalba,
que pone en riesgo vidas humanas.
Vallado levantado en Castro. Desde el vial
perimetral de la autovía que discurre
por la zona de la cementera de Castro se
pueden observar varios puntos en los que el
vallado está levantado por el paso de
los jabalíes.
La verja no llega al suelo. La rejilla
metálica no está sujeta en el
suelo por lo que los animales pueden meter el
hocico y levantarla, abriendo un paso desde la
zona arbolada hasta la calzada de la
autovía.
Punto conflictivo en Sedes. El punto de
mayor irrupción de jabalíes
está localizado en la parroquia
naronesa de Sedes, al que acceden desde el
antiguo recinto militar de A Carreira, en el que
hace unos días se pudo ver seis
ejemplares.
Senderos perfectamente delimitados. El
paso constante de animales por algunos
lugares ha llegado a formar una serie de
senderos en los que se pueden ver con claridad
las pisadas entre la maleza y el arbolado.