La Junta de Castilla y
León archivará la denuncia
contra el coto de caza de Palacios de Sanabria
por los daños detectados en la valla
allí ubicada, «la malla
ganadera», de más de cuatro
kilómetros, ya que «está
rota en otros puntos» y,
además, «nadie vio
quién» provocó el
deterioro, explicó el delegado
territorial, Alberto Castro. De hecho, existe
este tipo de cercado en muchos montes de
Utilidad Pública, apostilló
Castro.
Lo que sí «podría ser
irregular» es el uso de alambres de espinos
atados a los árboles para cerrar el
cercado en algunas partes, que
causarían daño en los troncos,
por lo que los agentes del servicio de Medio
Ambiente «están revisando esas
ataduras», que posiblemente tendrán
que retirarse, adelantó el responsable
de la Junta en Zamora.
En cuanto a la polémica valla
levantada entre Palacios y Asturianos, cuya
ilegalidad se ha venido denunciando, Castro
aludió a un informe de los
técnicos de Medio Ambiente que avala
la legalidad de esa malla ganadera, que
recorre más de 300 hectáreas.
El documento indica que el cerco de alambre
«no requiere ninguna autorización
ambiental, ni evaluación de impacto
ambiental».
De modo que, la malla no se
retirará, ya que «existe desde antes de
que la Junta fuera la Junta» para «impedir el
tránsito de ganado que pastorea por
esa zona», explicó ayer el delegado de
la Junta, Alberto Castro, no así el de la
fauna que supondría una
vulneración de la Ley de Caza, que
obliga a dejar el paso libre de las especies
salvajes.
Castro agregó que el cercado , de
seis hileras, está hecho desde «hace
bastantes años, como se realizó
en la mayoría de los montes de
Utilidad Pública, con el fin de que los
animales, como vacas y ovejas, que
aprovechaban esos pastos no pudieran salir» de
la zona acotada para así «evitar
daños colaterales a sembrados y huertos
limítrofes e incluso impedir ocupar
alguna calzada o carretera con el consiguiente
perjuicio para los viandantes». En estas
condiciones están multitud de montes
de Utilidad Pública que se aprovechan
mediante pastoreo, reiteró el
delegado.
Sin embargo, frente a esa
afirmación, vecinos, ganaderos y
cazadores de Palacios y Asturianos afirman que
se han cercado, junto al monte vecinal, unas
50 hectáreas de terreno propiedad
privada a lo largo de los cuatro
kilómetros que abarca la criticada
valla. Además, estas personas
aseguran que «la valla se levantó en
2004, atraviesa montes y praderas», ante la
pasividad de los agentes y mientras «nadie se
pregunta quién la hizo y por
qué», levantada sobre un cortafuegos
construido por la propia Junta. Estas mismas
personas se preguntan por los permisos
solicitados para ello, ya que cortan caminos y
servidumbres de paso construidos hace dos o
tres años. Incluso se refieren a la
denuncia de un particular del uno de diciembre
de 2004 por retirar las puertas del vallado que
terminó en la imposición de
una multa, «lo que demuestra que aquel tiene
dueño», concluyen estos
ciudadanos.
Sobre lo que no cabe duda es sobre las
inmediatas consecuencias que ha generado la
denuncia de la posible ilegalidad esta valla, ya
que escasas horas después de
publicarse en este diario, alguien se ha
encargado de retirar parte de los mojones que
separan los montes vecinales de las
propiedades públicas.
Los pastores eléctricos montados
en la zona del monte que fue arrasada por un
incendio, y sobre la que no se puede pastar
hasta que no pasan cinco años desde el
siniestro (a fin de que se regenere la flora),
también se han retirado a raíz
de las informaciones difundidas por La
Opinión-El Correo de Zamora.