Si es verdad que la pesca del próximo año depende de cuántas vueltas da sobre sí misma la portadora de la kutxa, la flota de Hondarribia está de enhorabuena y matrícula de honor, pues Jaione Emazabel giró ayer 130 veces con la kutxa de 18 kilos sobre la cabeza. Fue el colofón perfecto a una jornada muy especial en Hondarribia.
Muchas familias estaban especialmente felices porque a lo largo del fin de semana se habían ido eligiendo la mayoría de las cantineras para el Alarde del 8 de septiembre. Pero ninguna familia estaba más feliz que la de Jaione Emazabel, este año encargada de rememorar el acto de la ‘kutxa entrega’.
Un día lluvioso no era el mejor presagio para poder disfrutar de esta tradición de pescadores, pero fue escampando y para las seis de la tarde no había ya amenaza de lluvia. La banda de música ciudad de Hondarribia atacó el ‘Okendori’, canción con la que subió hacia la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano toda la comitiva, compuesta por la propia Banda, la ‘kutxera’, representantes de los barcos de pesca y autoridades marítimas, civiles y eclesiásticas.
En la iglesia, la Cofradía dio cuenta de las capturas de la campaña anterior. Fue el único momento de relajo que tuvo Jaione, que pudo quitarse de encima de la cabeza la pesada kutxa, con la que había estado ensayando durante el último mes, primero vacía, después con algo de peso y finalmente con cerca de esos 18 kilos que pesan la caja y las alhajas que ésta contiene.
Vuelta a La Hermandad
De vuelta hacia La Marina, esta vez el ritmo de ‘Bajo la doble águila’ de Wagner, Jaione se preparaba para el reto final, dar vueltas al abrigo de La Hermandad de Pescadores. Era el momento de más expectación y no defraudó, pues fue girando y girando hasta completar un total de 130 vueltas, una de las mejores marcas de los últimos años. Más tarde, la propia Jaione reconoció que «podía haber dado bastantes más vueltas, pero me mandaron parar». Además, explicó que «al principio sí que estaba nerviosa, pero luego se me fue pasando y pude disfrutar de un día muy especial».
Acabada la Kutxa Entrega, el protagonismo pasó a los remeros de la Ama Guadalupekoa, que fueron objeto de un recibimiento también multitudinario. Desde el verano de 2007 que no ganaba Hondarribia una bandera y el miércoles pasado hubo alegría, con el triunfo en el Campeonato de Gipuzkoa. Si no estaban radiantes por los discretos resultados de este fin de semana, los remeros pudieron levantar el ánimo con el cariño de su afición.