Los cazadores vascos están de enhorabuena. Finalmente, tras varios meses de intenso debate, han logrado que sus demandas sobre las distancias de seguridad hayan sido atendidas por PNV, populares y socialistas. Así las cosas, estos partidos han dado su conformidad a que sean de 100 metros, en el caso de construcciones habitables, y de 200, a núcleos poblaciones, rurales o explotaciones agrarias. Tanto Adecap, la Asociación para la defensa del cazador y pescador vasco, como las federaciones vascas de caza mostraron su alegría y, según apuntaban a este periódico «ahora estamos mejor que hace dos o tres semanas».
En la última votación se pretendía establecer unas distancias de seguridad de 250 metros a agroturismos, núcleos rurales y explotaciones agrarias prioritarias, y de 150 metros a caseríos. Unas separaciones que, según el colectivo de cazadores «acabarían con la práctica cinegética en los territorios de Bizkaia y Gipuzkoa»
Sin embargo, el trabajo realizado por Adecap y las federaciones de caza, ha inclinado finalmente la balanza para el lado del colectivo. Y es que, si bien hace pocas semanas las noticias respecto a un pacto parlamentario que daba la espalda al colectivo de cazadores tenían eco en diversos medios de comunicación, «el trabajo de los representantes de los cazadores ha dado sus frutos y una amplia mayoría parlamentaria ha considerado las enmiendas referentes a las distancias de seguridad acordadas por el sector», apuntaban desde Adecap.
Fuentes del sector reconocían a este periódico que aunque «hemos dejado pelos en la gatera no hay que buscar ni vencedores ni vencidos. Ha habido consenso y racionalidad y las medidas de seguridad son suficientes». De hecho, la decisión fue adoptada en una reunión de la Comisión de Agricultura y Pesca, en el último trámite antes de la votación definitiva de la ley.
Los parlamentarios de PNV, PP y PSE dieron su visto bueno a una distancia de seguridad de 100 metros a construcciones habitables (chalets, caseríos, bordas,…) y de 200 metros a poblaciones, núcleos rurales, explotaciones agrarias prioritarias y agroturismos para la práctica de la caza menor con escopeta. «Si se practica la caza mayor con munición metálica la distancia siempre será de 200 metros tanto a construcciones habitables como al resto de zonas de seguridad», describían desde Adecap.