El inicio de la temporada de caza mañana va unido a la huelga que mantienen desde hace más de un año siete trabajadores de la Asociación de Cotos de Caza de Álava (ACCA). La protesta se debe a que en el convenio no aparecen las reivindicaciones de los empleados entre las que se encuentran el pago de antigüedad y la congelación del sueldo, temas que la dirección de la asociación se niega a negociar.
Sin embargo, lo que ha provocado la continuidad de la movilización ha sido el despido improcedente de un trabajador fijo que ha obligado a la asociación a indemnizarle. «Es increíble y denunciable que prefieran gastar el dinero en despedir a sus trabajadores sin motivo, que en dar una solución justa a un conflicto que se alarga en exceso. Con menos dinero que el que han gastado en despidos se habría solucionado el conflicto», aseguró Ramón Uriarte, representante del sindicato ELA. Esto provoca, según los afectados, el desmantelamiento de un equipo de guardas con cerca de veinte años de experiencia utilizando para ello dinero público.
Por otra parte, critican a la Diputación Foral de Álava por no intervenir en el asunto y seguir aportando dinero público al organismo. «Recalcan que es un problema entre trabajadores y empresa y que ellos no tienen que responder a nada, pero en otros sectores han llegado a sentarse en la mesa para conseguir una solución. Son un factor fundamental para llegar a un acuerdo», destacó Uriarte.
Asimismo, esta situación puede hacer que aumente considerablemente el furtivismo provocando la degradación del sistema natural alavés con la desaparición de las especies animales, aún conociendo que se está vulnerando la normativa legalmente establecida. Además, la implicación de los cazadores es nula, «si no hay guardas mucho mejor para ellos, por lo que quien debería velar por las especies animales, debería ser la Administración», afirmó Raúl Hernando, trabajador de ACCA.
A pesar de ello, los cotos del territorio alavés recibirán a los cazadores, mientras que los guardas permanecerán en huelga hasta finales de agosto, todos los jueves y fines de semana, con el objetivo de que sus peticiones se escuchen.
Seguridad Foral
Al mismo tiempo, la apertura de la media veda contará con el servicio de guardería de caza, pesca y forestal del Departamento de Agricultura que, como en años anteriores, realizará los servicios de control, vigilancia y supervisión dentro y fuera de la zona de caza. «Es una labor que la Diputación realiza los 365 días del año a fin de que los cazadores cumplan con la Ley y en cada coto se cacen las piezas autorizadas en las diferentes épocas del año», indicó la diputada del área, Estefanía Beltrán de Heredia. Para aumentar la seguridad, contarán con la ayuda de los miñones.