Cuando se acercan las Navidades los cazadores asturianos pasan revista al desarrollo de la actual temporada cinegética en el territorio asturiano. La campaña está discurriendo dentro de los parámetros normales y con un volumen de piezas abatidas parecido o, incluso, algo superior al de otros cursos en estas mismas fechas.
La otra particularidad es que el tiempo ha sido un buen aliado para los cazadores del Principado salvo hace dos fines de semana, precisamente cuando la nieve hizo acto de presencia en la región
Asturias es una de las mejores zonas para el arte cinegético del territorio nacional. La orografía regional plagada de montes y praderas húmedas la hacen ser una de las regiones españolas más adecuadas para la caza mayor y para la caza de la becada. Jabalíes, corzos y venados, especies cinegéticas de caza, conviven con especies protegidas como el oso o el urogallo lo que conforma al territorio asturiano como uno de los más apetecibles para los aficionados al arte cinegético. Bajo el manto regional los cazadores llevan disfrutando de esta actividad desde el pasado mes de septiembre cuando se abrió la veda. Ahora a falta de algo más de dos meses y medio para el cierre de la misma los aficionados a este arte pueden reafirmar que la temporada está resultado positiva y lo que es mejor la densidad de caza hace prever un futuro prometedor para especies tan admiradas como el jabalí o el corzo.
En la gran mayoría de cotos regionales la actividad no ha parado a lo largo de los dos últimos meses y medio. Los cazadores asturianos han podido realizar su afición favorita y lo mejor de todo han logrado cubrir las expectativas abiertas al principio del curso cuando preveían un gran año.
Dentro de las principales sociedades cinegéticas se mantienen volúmenes de piezas capturadas similares a los del pasado año por esta fechas e, incluso, en algunas se han visto superadas.
Uno de los grandes aliados de los cazadores están siendo el buen tiempo. El que suele ser el gran enemigo de los cazadores ha sido benévolo este curso y no ha impedido el desarrollo casi normal de la actividad.
La pasada temporada la nieve fue la gran protagonista en Asturias obligando a suspender numerosas monterías desde el principio o a hacerlo cuando se habían iniciado o dificultar en exceso la labor de perros y cazadores. Este curso el blanco enemigo sólo se ha visto durante dos fines de semana lo que ha sido un gran alivio para los aficionados al arte cinegético. En estas jornadas se suspendieron varias monterías pero en líneas generales no desmontó la actividad en toda la región aunque sí en muchos lugares del centro y sur de Asturias.
La que sí hizo acto de presencia fue la lluvia durante muchas jornadas. Este fenómeno atmosférico ha sido el protagonista muchos días dificultando la labor de rastreo a perros y monteros pues «lavaba» los rastros de las piezas.