La población de osos en
la Cordillera Cantábrica ha pasado de
los setenta, cuando hace veinte años se
encontraba en una situación
crítica, a más de doscientos
ejemplares gracias a la colaboración de
todos los organismos y personas implicadas,
según ha destacado el Ministerio de
Medio Ambiente.
El secretario de Estado de Medio
Ambiente, Federico Ramos, ha visitado hoy las
actuaciones que se realizan en Asturias y
León en el marco de los distintos
proyectos puestos en marcha para la
conservación de la especie por la
Fundación Oso Pardo (FOP) con el
apoyo de la Fundación Biodiversidad
del Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente.
Ramos ha estado acompañado
durante la visita por la directora general de
Calidad y Evaluación Ambiental y
Medio Natural, Guillermina Yanguas, por la
directora de la Fundación
Biodiversidad, Sonia Castañeda, y por el
director de la Fundación Oso Pardo
(FOP), Guillermo Palomero.
El Ministerio trabaja por la
conservación de especies amenazadas,
en el marco de las Estrategias Nacionales de
conservación, y un ejemplo de ello son
las actuaciones desarrolladas para preservar la
supervivencia del oso pardo en el Parque
Natural de las Fuentes del Narcea,
Degaña e Ibias (Asturias) y en la
provincia de León.
En los últimos años, el
Ministerio, a través de la
Fundación Biodiversidad, ha
cofinanciado varios proyectos que buscan la
conservación del oso
cantábrico, en los que la FOP ha
invertido más de 2 millones de
euros.
Estos proyectos tienen como objetivos
contribuir a la eliminación de la muerte
de osos causada por el factor humano,
favorecer al sector apícola reduciendo
la conflictividad con el oso mediante la
protección de sus instalaciones, crear y
mantener empleo en el medio rural, contribuir
al seguimiento de la población
cantábrica de osos, e impulsar la
información sobre la especie y las
actividades de educación ambiental, de
formación y de turismo de
naturaleza.
Además, suponen la
creación de 20 puestos de trabajo en el
medio rural.
Para la ejecución de las acciones
de búsqueda de trampas ilegales y de
seguimiento de la población osera se
cuenta con la colaboración e
implicación de los cazadores, con
quienes se han firmado diferentes acuerdos, y
que se suman a los firmados con la Real
Federación Española de Caza
para dar cobertura a las acciones de
compatibilización de la actividad
cinegética y la conservación del
oso.
Gracias a estos proyectos, esta especie se
ha convertido en un motor económico
local y uno de los elementos de turismo
más destacado de la zona, resalta le
comunicado ministerial.
Durante la jornada, Ramos
también ha visitado la Reserva de la
Biosfera de la Babia, en León, las
plantaciones en Corredor de Leitariegos
(Cangas del Narcea) y el Corredor
Interpoblacional (Sena-Barrios de Luna,
León).
Durante su visita ha comprobado los
problemas de permeabilidad de la principal
barrera entre las dos subpoblaciones del oso:
la AP-66, donde se ha desarrollado el LIFE
Corredores, apoyado también por la
Fundación Biodiversidad y actualmente
se ejecuta el LIFE Desfragmentación
Oso.