La Junta de Tiradas del
Ayuntamiento de Sueca recaudó ayer
137.000 euros en la subasta de replazas para
la caza de aves acuáticas celebrada en
el Centre Cultural Bernat i Baldoví.
Esta cantidad supone un 14% menos que
el total de la puja del año pasado que
alcanzó los 160.740 euros. Con
éste ya son cuatro años
consecutivos en los que la subasta arroja saldo
negativo respecto al ejercicio anterior.
«Algunos de los puestos por los que
tradicionalmente se paga más han
descendido prácticamente a la mitad y
el resto han mantenido el precio, o en algunos
casos lo han llegado a superar, pero no ha sido
suficiente para compensar»,
explicó el presidente del Club de
Caçadors, José Badía.
Así, «la B», como es
conocida la replaza 44 del coto nuevo, se
remató con 5.000 euros, frente a los
11.500 del año pasado. Una
situación similar se dio con la Mota y El
Matoll, por las que se ayer pagaron 6.000 y
5.000 euros respectivamente, mientras que en
la edición anterior se adjudicaron por
5.000 euros más cada una de
ellas.
Sin embargo, la tendencia se
invirtió en las replazas por las que
más se pagó ayer. La
más cara fue la 10 del coto nuevo, que
se remató con 11.000 euros, 1.790
euros más que el año pasado. La
9 del coto nuevo, por la que pagaron 9.100
euros también cotizó al alza,
superando en 2.000 el precio de
adjudicación del año
pasado.
Este año la puja de las 66 replazas
de los cotos suecanos se llevó a cabo
íntegramente por la mañana.
Otra de las novedades es que las posturas de
los licitantes eran de 100 euros, mientras que
en años anteriores eran de 10, lo que
dio gran agilidad.
La primera tirada se realizará el
sábado 22 de noviembre. «El
resultado ha sido muy flojo, nos
esperábamos sacar más, y la
realidad es que nos hemos quedado con
23.000 euros menos que el año pasado,
lo que indica que debemos hacérnoslo
mirar todos», manifestó
Badía. El presidente de los cazadores
incidió en que los malos resultados en
cuanto a capturas durante la pasada
temporada es un factor determinante para la
recaudación de la subasta. «Se
debe cuidar mucho más la
gestión del coto para atraer
más patos y se mantengan para que
las tiradas sean satisfactorias», dijo, ya
que «cuanto mejor es el resultado
más dinero invierten los
aficionados».
El beneficio de la subasta se dedica al
mantenimiento del coto, reparación de
infraestructuras agrarias, obras sociales y
contratación de las personas que
realizarán las funciones de vigilancia
durante la temporada de caza. En este sentido,
Dimas Vázquez, concejal de Agricultura
y presidente del Consell Agrari, apuntó
que hoy se celebrará una
reunión de la junta de tiradas para
determinar «la cuantía que
podremos dedicar a contratar personas para la
función de guardas de puertas de
tiradas, atendiendo a la
recaudación». El edil
destacó que «además del
servicio que prestan, estas contrataciones
también tienen una función
social». El año pasado se
contrató a 23 desempleados.