Los efectos de la sequía
marcarán el inicio de la temporada de
caza en Castellón, que da comienzo el
próximo domingo, con la
previsión de una menor
población de perdiz, una de las
principales especies cinegéticas en la
provincia, informó el delegado en
funciones de la Federación de Caza,
Iván Sánchez.
En este sentido y también desde la
delegación castellonense, Antonio
Museros, explicó ayer que este
año, por la falta de lluvias suficientes,
“las crías de perdiz no
habrán podido salir adelante como es
lo habitual, por lo que pensamos que
habrá habido igualmente más
bajas”.
Con la captura del jabalí ya en
pleno auge –el pasado fin de semana se
realizaron ya más de 200 batidas en
territorio castellonense–, las expectativas para
el resto de las especies cinegéticas son
de normalidad. Este es el caso de la liebre,
mientras que en lo que se refiere al conejo,
puede incluso haber más caza en
algunas zonas concretas de la provincia.
Museros indicó que, a pesar de la
regulación que algunas enfermedades
realizan en la población
cunícola, “en puntos como
Vilanova d’Alcolea, Benlloch, Vall
d’Alba e incluso Vinaròs, se
hace resistente y hay momentos en los que
incluso se consideran plaga que daña
cultivos”. Por tanto, la previsión
es que la temporada vaya “igual o
mejor que otros años, según las
zonas”, añadió.
Por último, según el
miembro de la Delegación de Caza en
Castellón, en cuanto al tordo o zorzal,
a cuya captura “hay mucha
afición en Castellón”, no
pueden hacerse previsiones, ya que,
“como siempre es una
incógnita”.
Antonio Museros explicó que
“como es un ave migratoria que
comienza ahora a moverse, nunca sabes
cuántas van a venir”. Como
consecuencia, habrá que esperar a que
la temporada esté más
avanzada para poder hacer un balance inicial
de la marcha de la caza de esta especie
cinegética. En cuanto al calendario, la
veda de caza menor, a la que pertenecen
tordo, conejo, liebre y perdiz, se inicia el
mencionado día 12 de este mes, el
próximo domingo, y concluirá
el 6 de enero para todas ellas con la
excepción del zorzal, que se
podrá seguir abatiendo durante la
prórroga establecida hasta el 8 de
febrero, pero solo desde puesto fijo.