La Sociedad de Cazadores ha denunciado públicamente que el coto de Toro se ha reducido en cerca de 8.000 hectáreas en la última década. El presidente del colectivo cinegético, Luis Martínez, ha recordado que el coto ocupa una superficie total de 18.500 hectáreas pero que, en los últimos años, los aficionados sólo pueden practicar la caza en unas 10.000 hectáreas.
Sobre los motivos que han ocasionado esta reducción de superficie útil para practicar la caza en el coto, Martínez destacó la «proliferación» de plantas de extracción de áridos que trabajan en el municipio, así como la delimitación de las fincas con cercas y las obras que se están ejecutando en el municipio para acondicionar el AVE.
Destacó Martínez que la Sociedad de Cazadores «comprende» que las graveras tengan que desarrollar su actividad porque además son un yacimiento importante de empleo en la zona pero la extracción de áridos en parcelas dentro del coto ha ocasionado importantes «pérdidas» que, como matizó, «no se recuperan fácilmente». En este punto, explicó que aquellas zonas en las que han intervenido las plantas de extracción de áridos «deberían ser recuperadas» aunque, a su juicio, «tan sólo se podría conseguir si se volvieran a sembrar pero no se está haciendo nada».
Además, Martínez destacó que cada vez son más los agricultores y particulares que deciden cercar sus fincas y parcelas, decisión que también ha reducido la superficie útil para poder practicar la caza. Ante esta situación, la Sociedad de Cazadores está estudiando la posibilidad de plantear una queja ante el Ayuntamiento de Toro al objeto de que éste adopte medidas para frenar la reducción de la superficie del coto.
Por otra parte, Martínez anunció que para la próxima temporada de caza, el colectivo cinegético estudiará distintas medidas para intentar pagar menos por el arrendamiento del coto de caza ya que en la actualidad debe abonar «por la matrícula» correspondiente a 18.500 hectáreas unos 4.500 euros, cuando tan sólo puede utilizar unas 10.000 hectáreas.
Por otra parte, Martínez reconoció que esta situación está provocando el «desanimo» de los cazadores y «no es extraño que muchos decidan borrarse porque ya no tienen casi espacio en el que poder cazar ya que todo son trabas para poder cazar en el coto de Toro». De hecho, como subrayó, en los dos últimos años, cerca de medio centenar de aficionados decidieron darse de baja del colectivo cinegético toresano y Martínez no descarta que «este año se puedan borrar otros cuantos». Por último, destacó que la directiva del colectivo cinegético «está haciendo lo que puede», ante las quejas planteadas por los cazadores.