La temporada tenía que haber empezado ya, hace casi mes y medio, pero nadie presentó ninguna oferta económica para hacerse con los aprovechamientos cinegéticos del coto municipal.
350 hectáreas en la zona denominada Peña Gobera y otras 1.500 en El Monte (queda excluida el área recreativa de San Juan). En total, 1.850 en las que poder caza a cambio de 30.000 euros anuales. Ese fue el precio de licitación establecido por el Ayuntamiento para un contrato que tenía prevista una duración de dos años, un plazo que empezaba a contar el 1 de abril.
No es la primera vez que el concurso queda desierto. Ya ha ocurrido con anterioridad. Ahora, lo que hay que hacer, es «retomar el proceso modificando la valoración económica, el precio», apuntó la concejala de Hacienda, Laura Torres. En estos momentos, técnicos municipales están elaborando un informe en el que «se ajustará» el coste. Después, será remitido a la Junta de Castilla y León que tiene que dar el visto bueno.
En este caso su autorización es un requisito necesario. Un proceso que en el Consistorio esperan que se complete «en breve». No tendría por qué tardar.
Habrá que esperar para ver si los cambios convences a los aficionados a la caza. Sobre todo en lo que a precio se refiere. «Como se ha podido ver en la última mesa de contratación, para trabajar se han presentado 42 empresas interesadas en hacer la urbanización de varias calles, pero cuando se trata de algo más enfocado al ocio es más complicado», valoró.
Pero el dinero no es el único requisito que debe cumplir aquellos que estén interesados en hacerse con la gestión del coto. El servicio de Medio Ambiente de la Junta establece unos requisitos y unas obligaciones a cumplir. Y es que, por ejemplo, entrará dentro de sus responsabilidades el «extremar las medidas encaminadas a salvaguardar la seguridad de las personas, en especial respecto al uso de armas de fuego».
También se recoge en el pliego de condiciones establecido por la administración regional, que será el adjudicatario del coto el responsable de la correcta señalización de la zona en la que se vaya a cazar.