Con la llegada del mes de octubre, la temporada de caza ha arrancado en Leitza con una novedad: por primera vez en años el número de bajas de cazadores ha superado al de las altas. Con 17 renuncias y cinco nuevas inscripciones, este año se ha equiparado el número de 113 tríos de cazadores que participan en el sorteo al de puestos de palomas. Como consecuencia, a diferencia de otros años, cada grupo tiene asignado un puesto diario. Desde la sociedad de cazadores y pescadores de Leitza achacan el descenso de socios «al cambio de hábitos» de los jóvenes, ya que según informan, «cada vez vienen menos chavales que antes».
Y es que de las 15 ó 20 nuevas altas que se registraban antaño en Leitza, se ha pasado a las 2 ó 3 anuales. Aun así, cabe recordar que esta localidad sigue manteniendo una proporción altísima de cazadores: 420 socios por 3.000 habitantes, es decir, 14 cazadores por cada 100 vecinos. La mayoría de ellos se decanta por la caza de palomas, de ahí que 339 socios participasen en el sorteo anual de los puestos de palomas que se celebró el pasado 22 de septiembre. El resto dispone de la denominada tarjeta verde que les permite matar becadas, jabalíes, zorros, liebres y corzos.
Habitualmente, la actividad principal se concentra entre el 9 de octubre y el 14 de noviembre, el periodo de la caza de palomas, pero siempre existen excepciones como las del año pasado, cuando las aves pasaron más tarde que nunca, haciendo disfrutar a los cazadores como no lo habían hecho en años. A pesar de que sólo hayan pasado 15 días desde la apertura de la veda, la sociedad de cazadores prevé una «buena temporada». Según comentan, «los primeros días se han visto más palomas que otros años, por lo que da buena impresión».
La temporada de palomas estará abierta hasta mediados de diciembre, pero saben que su éxito dependerá, sobre todo, del viento de las próximas tres semanas. No saben si alcanzarán la media de cinco palomas por cazador y temporada registrada en los últimos años en Leitza, pero así lo esperan, ya que según relatan, los aficionados de la cinegética pasan el año soñando con estos días.
Como comentan, sólo basta escuchar las conversaciones o entrar a un bar para percatarse del furor que causa la caza entre los hombres (y las cuatro mujeres socias) del pueblo. Y es que la mayoría de los locales hosteleros y varios comercios cuelgan de sus paredes un enorme papel que marca los puestos de paloma que tiene asignado cada grupo de cazadores hasta el 14 de noviembre.
Ese día se procederá a la apertura del sorteo de malvices, pero en esa ocasión los puestos no se adjudicarán de una sola vez, sino que se hará un reparto diario a partir de las 7.00 horas en el local de la sociedad. Esta dinámica se prolongará durante dos o tres semanas, dependiendo de la respuesta de los cazadores, ya que como explican desde la dirección de la sociedad de cazadores, «los primeros días llegan un montón de hombres y al final no superan la media docena».
Incendio en Uztarleku
Por fortuna, este año sólo se ha registrado el incendio de un único puesto, uno de malvices situado en Uztarleku,cerca de Basa Kabi. Según informan desde la sociedad de cazadores, todo indica a que se debió a un accidente, por lo que descartan la hipótesis de un rebrote de incendios como los registrados en años anteriores. Como recuerdan, la peor temporada fue la de 2005, con un saldo de siete puestos incendiados, y desde entonces, se han ido quemando unos tres por año.
Las causas continúan siendo un misterio, por lo que la sociedad de cazadores y pescadores hace un llamamiento a sus socios para que velen por la seguridad y el mantenimiento no sólo de los puestos, sino también de los montes. Sostienen que sólo así se podrán evitar más incendios.
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