La temporada de caza mayor que
se cerró el pasado fin de semana lo ha
hecho con un ligero repunte en el
número de monterías
celebradas con respecto a la anterior
así como con un incremento del
número de puestos vendidos.
Así, frente a las 489
cacerías autorizadas en la temporada
2013/2014, este año se han celebrado
cinco monterías más, hasta las
496, según los datos facilitados por la
Delegación de Medio Ambiente de la
Junta de Andalucía.
En cuanto al número de puestos, el
incremento fue mayor, con 23.088 plazas
frente a las 22.530 del año pasado. Es
decir, este año ha habido un aumento
de 558 puestos. Pero una cosa es que se
autoricen y otra que se vendan.
Así, los organizadores de
monterías consultados por ABC indican
que este año se ha mantenido el tipo
«pero a base de bajar los precios de los
puestos». De hecho, ha habido
monterías que no se han celebrado o
se han ido retrasando porque los puestos no se
vendían. Al final se han realizado pero
a costa de regatear precios.
El organizador de la montería de El
Priscalejo, José Bermúdez,
incide en la dificultad de vender todos los
puestos y al valor de antes de la crisis. Y pone
un ejemplo, hasta 2007 los puestos se
vendían entre 500 y 600 euros
«y ahora se venden por 300 o incluso
menos». En cuanto a la versión
dada por algunos orgánicos a ABC, que
señalaron que habían tenido que
suspender monterías por la escasa
calidad de los trofeos, Bermúdez indica
que la verdadera razón es el declive
del valor de los puestos. «La gente
regatea hasta el último momento, no
se cierran todos los puestos y eso obliga
muchas veces a suspender las
batidas».
A lo largo de la temporada los puestos no
se venden, se quedan colgados y en la recta
final se celebran las monterías
«por invitación o mal
vendidas», señalan los
organizadores.
Normalidad con las rehalas
El otro hito de esta temporada ha sido la
normalización de las rehalas ante el
Ministerio de Empleo y Seguridad Social. El
vicepresidente de la Asociación
Española de Rehalas, Alfonso Aguado,
señala que, tras la incertidumbre de los
días previos a la apertura de la veda,
«hemos mantenido informados
puntualmente a nuestros socios de los criterios
que iba a utilizar la Inspección de
Trabajo a través de la Guía de
la Rehala y no tenemos constancia de que
haya habido ningún caso en el que la
interpretación de los inspectores haya
ido más allá».
En ese sentido, la incertidumbre inicial fue
desapareciendo a medida que se iba
desarrollándose la temporada.
«Ha quedado de manifiesto que la
inmensa mayoría de las rehalas
realizan una actividad exclusivamente
deportiva amateur y por tanto, sin necesidad
de ningún trámite ante el
Ministerio de Empleo ni Hacienda»,
indida Aguado.
No ha ocurrido así en
Córdoba, donde el 90 por ciento de las
monterías celebradas son comerciales
y, por tanto, la inmensa mayoría de
rehaleros se han dado de alta en la Seguridad
Social.
Trofeos de Caza
La temporada cierra con un balance
agridulce en trofeos. En venados, la ausencia
de lluvias en primavera ha hecho que la
calidad de la cornamenta de los venados haya
sido peor a la de la temporada pasada. Por
otro lado, ha sido una campaña
excepcional en jabalíes.
En cuanto a los precios de la carne, las
malas previsiones no se han cumplido y se han
mantenido en torno a los 2,50 euros el kilo,
cuando las previsiones del sector eran que de
los 3 euros iniciales bajasen a la mitad.