El sector ganadero sigue peleando para evitar que se apruebe el plan de gestión del lobo impulsado por el Departamento foral de Medio Ambiente. Para demostrarlo, además del boicot a las ferias ganaderas, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA) ha previsto una concentración el próximo martes, día 29, ante la Diputación.
El sindicato considera que Medio Ambiente actúa por su cuenta y «de forma agresiva contra nuestras posiciones», afirmaron ayer sus responsables en una comparecencia ante los medios. El pasado martes, Mikel Mintegi, diputado del área, intentó aprobar el polémico plan en el consejo de diputados. Sin embargo, diferencias con el departamento de Agricultura, gobernado por el PNV, abogó por esperar una semana más para limar asperezas. En su defensa, Mintegi alega que el plan incluye el informe sobre ganadería extensiva exigido y realizado por la UAGA. Una vez concluido, lo entregaron a Agricultura y de aquí, al parecer, fue directamente al área de Medio Ambiente. «Creíamos que el estudio serviría como base, no que lo incluirían sin corregir», lamentó Joseba Aranzabal, vicepresidente de la central.
Los ganaderos, que se sentían «en un callejón sin salida» al ver la disparidad de criterios entre los dos diputados, se citaron con el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, que al parecer y según su versión, les aseguró que primarían las tesis de Agricultura frente a la de Medio Ambiente. Tanto Aranzabal como Txus González, responsable del tema en Sergal, temen que intereses ajenos decidan el futuro del proyecto y por eso aseguran que «no se van a quedar de brazos cruzados».
Según la UAGA, no es necesario un plan de gestión del cánido porque ya existe una orden de control de especies en la legislación vigente. Lo que pide el sector es que se permita la «retirada razonable de ejemplares en todo el territorio, no sólo en algunas zonas». Aranzabal, en este sentido, remarcó que no buscan la extinción del lobo sino medidas para evitar su asentamiento. De hecho, recalcó la necesidad de contar con «un plan de gestión del hábitat».