La comisión de Cultura
del Ayuntamiento de Lena, formada por
representantes de todos los grupos
municipales, visitó la
restauración del Pozo Lobos, en la
localidad de Zurea, en el que se han ejecutado
labores de limpieza, consolidación de
muros, vallado perimetral y
señalización. Todo ello para
poner en valor un pedazo de la historia de
Lena.
La recuperación de este elemento
del patrimonio de Lena, un pozo que data del
siglo XVI, se pudo llevar a cabo gracias al
trabajo realizado por el joven arquitecto
lenense, David Ordóñez
Castañón, quien realizó
un trabajo de investigación centrado en
estas ‘armas’ de tiempos pasados.
Estos fosos -que cuentan con la
declaración de Bien de Interés
Cultural- eran utilizados como trampas para
capturar lobos y otras alimañas. Se ha
constatado que su existencia se remonta a
épocas prehistóricas. En
Asturias, se han documentado pozos que datan
de la Baja Edad Media y los de Lena son ya el
siglo XVI. En general, fueron quedando en
desuso con la aparición de las armas
de fuego. Y a día de hoy
«están abandonados», con
lo que presentan, explican fuentes
municipales, diferentes grados de ruina.
Los pozos lenenses son «de tipo
simple». «Se trata de un hoyo
excavado en el suelo con revestimiento de
piedra. El fondo podía estar provisto de
estacas afiladas para empalar al lobo
caído», detallan el Consistorio
lenense.
En este concejo están localizados y
documentados 23 pozos, de los que el mejor
conservado es el de Civiechos, que se
sitúa por encima de valle de Zurea. En
este pozo el Ayuntamiento de Lena
llevó a cabo una intervención
que consistió en desbrozar el camino
de acceso, retirar los sedimentos que se
encontraban en el fondo del pozo y la
reconstrucción de la
mampostería, en seco sin mortero.
También se colocó un cierre
perimetral y la
señalización.
«Se trata de bienes de
interés cultural que están a
punto de desaparecer», añaden.