Ramón Bértoa, veterano, conocido y querido en muchos lugares cazador larachés, es el presidente del tecor de Batalo-Montemaior. A finales del mes pasado, antes de su 80 cumpleaños, compañeros y amigos lo homenajearon, en una comida celebrada en Zas, por su largo trabajo como responsable en la Federación Galega de Caza en A Coruña.
18/08/2016 | La Voz de Galicia | CAROLINA NÚÑEZ
Lleva toda una vida en ese mundillo, «dende os 10 anos», especifica con exactitud este agricultor de Montemaior. Su mayor afición no es la caza en sí misma, sino disfrutar de los animales y de la naturaleza. Recorrió muchos lugares, en España y el extranjero, como juez de campeonatos. Un trabajo que califica como «moi bonito, porque permitiume, dende hai máis de 50 anos, ver os mellores cans que hai por toda Europa», expresa Bértoa. Solo un juez puede acompañar al perro y al participante, para verlos trabajar en conjunto. Esta experiencia le ayudó a conocer las diferentes razas caninas y sus modalidades.Batidas sin muerte«A xente cando ve unha película dun can policía -detalla Bértoa- a todo o mundo lle gusta, pois os nosos cans son cans policías tamén». Los deportistas que practican y disfrutan de esta afición admiran a estos caninos. El arte que tienen que utilizar el animal para conseguir llegar hasta donde esta la presa. «Iso é o máis bonito da caza, en realidade», narra Bértoa.Además, es un defensor de disfrutar la caza, sin la necesidad cobrarse piezas. «Levo case 30 anos cazando sen escopeta, indo ao monte -cuenta el cazador-e pásoo de marabilla». Su única compañía en sus excursiones son sus perros. Según Ramón, después de que una presa esté capturada no sirve para nada. Él cuenta que «moitos cazadores que despois de capturar o animal, gustaríalles volver a darlle a vida». Pero también hay otros que, cuando una especie escasea, «pensan que se non a abaten eles será outra persoa», detalla. «A mellor repoboación é a que queda dun ano para outro, tanto do coello como da perdiz», relata.En la caza menor habría que respetar mucho. La repoblación de conejos está dando muy buen resultado, comenta, siempre y cuando estén vacunados y desparasitados. Además, lo correcto es echarlos en junio: «É verdade que non dá tempo a criar, pero están aí para a tempada de caza e a vacina dúralle seis meses», explica. Parece que hay como una competición entre tecores en los que se siembran más especies de las que deberían. «Botar cantidades grandes de caza no monte, sen saber como, non ten moito sentido -dice-, non lles dá tempo a criar, pero están aí para a temporada de caza». No es amigo de exterminar las especies, sobre todo los jabalíes, cuando están criando.«Eu tiven unha xabarina como mascota», recuerda Bértoa. La encontró en el monte. Era de una camada huérfana. La educó desde pequeña y siempre salía a pasear con él. Se llamaba Mula. Vivió quince años y fue como un miembro más de la familia. Murió de vieja, «chamei ao veterinario pero xa non se podía facer nada -relata Bértoa-, ela era un compañeiro máis de ruta». JabalíesEl jabalí es una especie que hace daño, a los cazadores le gusta esta especie, pero a los agricultores no tanto, «porque ten que salvagardar a súa produción», compara. La situación es muy complicada, porque hay diferentes puntos de vista. Por su parte, le gustaría remplazar a Mula, pero esa idea no le agrada a todo el mundo. «Hai moitas complicacións por todos os lados -cuenta-, empezando por unha lei que prohibe ter animais en catividade». Esto le hizo abandonar cualquier idea de tener otro en casa. A todas las personas que se sorprendían de verle con el animal, siempre les explicaba: «Cando tes un porco na casa e crúzase cun porco bravo, non vas a eliminar a todas as crías, terás que telas na casa». No es un aficionado cualquiera y no puede dejar su hobbie tan fácilmente:«A xente que ten paixón por algo non para, iso significaría algo malo».Solo dejará la caza, en el último momento, cuando ya no pueda más. «Agora deixei os campionatos», concluye. Pero su intención definitiva tampoco es esa. Sigue pensando en continuar.