Esta semana se acordó una propuesta para elevar a las Cortes para su aprobación definitiva en la que sólo serán responsables cuando el accidente sea como resultado de la acción directa de la caza y cuando la vía no esté bien señalizada sería el titular de la misma el que pague. En el resto de los casos será y el seguro.
El sector cinegético tiene motivos para la esperanza ya que una de sus reivindicaciones históricas está más cerca de hacerse realidad. Se trata de limitar la responsabilidad que tienen los cotos en los accidentes de tráfico que causan los animales salvajes dentro de sus territorios.
Esta semana se reunía el Consejo Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad en el que participaron representantes del sector, del Ministerio, de las comunidades autónomas y organizaciones conservacionistas y entre los puntos debatidos se abordó el tema de los accidentes de tráfico.
La propuesta de modificación de la disposición adicional 9ª de la Ley 17/2005 de seguridad vial sobre la responsabilidad en los accidentes de tráfico ocasionados por especies cinegéticas alcanzó un principio de acuerdo para evitar una situación que desde el propio sector de los cotos calificaban de “insostenible” ya que en la mayoría de los casos se hace responsable al coto de caza de los accidentes de tráfico ocasionados por la fauna en las carreteras que discurren por él.
Responsabilidad limitada
El acuerdo acordado contempla la limitación para que el titular del coto sólo tenga que hacerse responsable de los daños causados por el animal cuando el accidente sea el resultado de la acción directa de la caza, es decir que la presa esté huyendo de una cacería. Una postura que según explicó el presidente de Aproca España y miembro de la Oficina Nacional de la Caza, Luis Fernando Villanueva, “sólo es un primer paso ya que sólo se ha aprobado elevar la propuesta consensuada con el sector a las Cortes” pero sin ocultar su satisfacción por el avance hasta el objetivo final.
Preguntado sobre quién tendrá que hacerse cargo, Villanueva declaraba a El Día que “deberán ser el Ministerio y las compañías de seguro las que se pongan de acuerdo” aunque precisó que en esta reunión se adelantaron algunas de las hipótesis en las que se podría basar la nueva norma.
En aquellos siniestros cuya causa sea una señalización indebida será el titular de la vía el que tenga que pagar. Y para el resto de casos serán las compañías de seguros las que hagan frente a los gastos siempre que así se estipule en la póliza del asegurado.
Considera Villanueva que las compañías de seguro no se verán afectadas pues el aumento de los costes por los accidentes se vería compensado por el ahorro de los gastos jurídicos que actualmente tienen para decidir a quién corresponde el pago.
Mostró la total disposición del sector para trabajar y buscar acciones conjuntas con el fin de asumir cada uno su parte de responsabilidad por lo que se debatieron distintos sistemas para evitar los accidentes como los elementos reflectantes o las vallas. Unos sistemas que en muchos casos chocan con las leyes medioambientales y que en otros casos son muy difíciles de llevar a cabo. Como ejemplo citó Villanueva la provincia de Guadalajara donde la población de corzo es muy importante y cuya movilidad es muy alta sobre todo en los meses de abril a julio.
“Es totalmente injusto que la Ley establezca que el coto no es propietario de las piezas de caza y sin embargo sí tenga que cargar con los daños que ocasione en accidentes de tráfico o en la agricultura”, afirmó Villanueva.
Otros puntos
También se trató el reglamento sobre métodos de control de depredadores alcanzando el compromiso de publicar en breves días las directrices básicas en las que las CC AA se basen para desarrollar sus reglamentos. Los únicos métodos aprobados serán el Collarum, las cajas para urracas, los lazos con tope y cierre libre en alar, el lazo Wisconsin al paso y en alar al ser considerados como captura no cruel.
También se aprobó el listado de especies exóticas invasoras donde las novedades más destacas son la restricción del muflón como especie invasora en la comunidad Canaria. Al mismo tiempo el arruí se declara animal autóctono de la región de Murcia y de la zona de influencia en Castilla-La Mancha, es decir en la sierra de Albacete que colinda con esta comunidad.