En algunas ocasiones, los propietarios de los caballos que aparecen abatidos a tiros en los montes acusan directamente a los cazadores de estar detrás de estos hechos.
Fue lo que sucedió en Caldas de Reis en octubre del 2009, cuando tres yeguas fueron localizadas en el monte Xiabre en una zona perteneciente al coto de Saiar. Sin embargo, pese a la denuncia ante la Guardia Civil y la investigación posterior nunca se pudo demostrar.
El presidente de la Federación de Caza de Pontevedra, Javier Nogueira, descarta que los cazadores sean los responsables. «No es un hecho de caza, sino un hecho delictivo, una animalada. El caballo no es una especie cinegética y hay otros motivos como venganzas, rencillas por pastoreo…», señaló ayer. «Los ganaderos son un colectivo amigo y cinegéticamente el caballo es un aliado. Condenamos esa forma de actuar», insistió.
Este directivo considera que la Administración tiene que tomar medidas para atajar el problema que supone el ganado salvaje. «Ya no solo hablamos de daños en propiedades, sino que también está la inseguridad vial que generan los caballos sueltos por las carreteras, la mayoría de ellos sin identificar», remachó Nogueira. Para el dirigente de los cazadores de Pontevedra, hay que estudiar posibles actuaciones: «Supongo que la solución no es retirar los caballos del monte ni vallar todas las carreteras, pero hay que tomar medidas y la Administración debe tenerlo en cuenta».