La medida cautelar del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León sobre la prohibición de caza hasta final de temporada en toda la región ha quedado en el aire. Los cazadores practicaron la actividad cinegética con normalidad el pasado fin de semana.
Por su parte, la Junta de Castilla y León sigue sin recibir la sentencia del TSJ, mientras que la Federación Regional de Caza está a la espera de conocer en qué forma puede personarse en la causa.
El pasado viernes el TSJ de Castilla y León decretó la suspensión cautelar de la campaña de caza ante el recurso presentado por la Federación de Ecologistas en Acción. Este colectivo interpuso un recurso contencioso-administrativo ante el TSJ contra el gobierno regional por no haber desarrollado la Ley de Caza de 1996 con criterios de sostenibilidad.
En el momento que falló el TSJ no se había elaborado la norma y dictó la medida cautelar de la prohibición de toda práctica cinegética. La sentencia no es firme y cabe recurso. Por ello, la Federación Territorial de Caza, que preside Santiago Iturmendi, ha decidido recurrir y, sobre todo, exigir un aval económico que sirva de garantía y como resarcimiento de los daños que puede ocasionar la clausura anticipada de la campaña.
Está a la espera de que los jurídicos de la propia Federación estudien detenidamente el fallo del TSJ. «Está claro que queremos personarnos en la causa y tendrá que ser en la forma que se nos permita. El objetivo de la Federación es que se pague todo el daño que pueden hacernos si esto se lleva a cabo», explica el presidente Santiago Iturmendi.
Por su parte, la Junta de Castilla y León sigue si tener conocimiento oficial de la sentencia del TSJ y, en consecuencia, no puede ni recurrir ni ejecutarla.
Los perjudicados
La sentencia del TSJ ha sido tema casi exclusivo de conversación entre los cazadores de la provincia de Burgos, que sí aprovecharon el fin de semana para salir al campo y cazar. Muchos afirmaban que ellos son los grandes conocedores de cómo están las especies y son los primeros interesados en que la reproducción se lleve con normalidad. Por ello, la mayoría de los cazadores con coto han establecido sus propias normas de sostenibilidad, como por ejemplo cazar solo un día de toda la campaña la liebre, animal que en los últimos años ha sufrido una merma considerable.
Además, los cazadores ya han abonado el pago de su coto a los ayuntamientos y éstos no van a devolver el dinero.
La preocupación también se detectaba en los bares y restaurantes de las localidades de la sierra, que los fines de semana incrementan su negocio ante la presencia de los cazadores.
Por último, decir que la normativa con criterios de sostenibilidad de la Ley de Caza de 1996 está prácticamente desarrollada. Tuvo su exposición pública el 23 de agosto y se espera que se apruebe en breve.
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