La sociedad de cazadores de Corella abandonará la gestión del coto y se disolverá, según se acordó en una reunión mantenida el pasado 1 de abril en la que tres cuartas partes de los socios que asistieron (unos 90) aprobaron esta decisión para poner fin a las cuantiosas deudas que estaban contrayendo con los agricultores.
Ese mismo día enviaron un burofax al Ayuntamiento de Corella para dar a conocer su decisión irrevocable que devuelve los derechos al verdadero gestor, el municipio, dado que este colectivo, de unos 250 socios, no puede hacer frente al pago de los constantes daños que ocasionan los conejos a los agricultores y que suponen más de 100.000 euros cada año.
Sin embargo, todo parece indicar que la decisión del Consistorio será la misma, dejar los cotos, dado que si asumen su gestión han de hacer frente a estos mismos gastos, algo que no puede hacer ningún Ayuntamiento ribero en las circunstancias económicas actuales.
Corella se convierte así en el tercer municipio de la Ribera, después de Fontellas y Villafranca, en que los cazadores abandonan la gestión de los cotos, algo que también está a punto de suceder en Castejón. Tudela, donde los problemas son constantes, de momento se mantienen dado que tiene un número de socios más elevado que los otros (650).
DECEPCIÓN Curiosamente, la decisión de los cazadores de Corella llega menos de un mes después de que en el Parlamento Foral se acordara una modificación de la ley de caza y pesca por la cual las empresas y administraciones propietarias de las infraestructuras (autopistas, líneas férreas, canales, carreteras…) asumen cierta parte del coste de los daños, dado que junto a ellas no se puede cazar, por lo que es ahí donde anidan miles de estos animales. La pasada semana, en una reunión en el Hostal Los Abetos, los cazadores de las sociedades riberas ya alertaron de la posibilidad de abandonar todos los cotos ante la escasa modificación de la ley que había realizado el Parlamento.
La sociedad de cazadores de Corella estaba pendiente de dos denuncias de agricultores que reclamaban unos 120.000 euros por los daños que habían ocasionado los conejos en sus cultivos. Aunque ahora abandonen el coto como tal no pueden extinguir la sociedad hasta que no se aclare si deben pagar o no el dinero que se les reclama. En la actualidad están pagando una cuota de unos 200 euros al año, una cantidad que se podría doblar o triplicar si tuvieran que pagar los 120.000 euros.
En la reunión del pasado 1 de abril varios socios reclamaron que se llegara a un acuerdo con los agricultores semejante al que se está realizando en La Rioja, por el cual los agroseguros intervienen para abonar parte de los daños.