La Federación Insular de Caza de La Palma ha lanzado una acción para que sus 2.500 asociados colaboren llevando agua y comida a los conejos que no tiene nada que llevarse a la boca tras salir de su madriguera por el incendio que se ha producido este mes de agosto en la isla.
10/08/2016 | ABC
La noticia ha causado indigación en las asociaciones protectoras de animales. Pero los cazadores dicen que arrimen el hombro y se dejen de intelectualizar tanto un desastre natural como el que ha quemado a 5.000 hectáreas de suelo y la muerte de una persona, Francisco Santana, padre de cinco hijos.
En La Palma hay siete asociaciones con aproximadamente 2.500cazadores asociados. Esta práctica de ocio en los montes de la isla tiene en Cumbre Vieja, la zona dañada por el incendio del hippy Scott Verdine Stumpf, uno de los espacios de recreo de los amantes de la cinegética. Al igual que de colectivos que reclaman que los animales vivan sin presencia del ser humano.
Fedicaza defiende su teoría porque «aunque a simple vista el campo queda hecho un desastre» en la zona donde el incendio está controlado, que no extinguido, ,»continúa la vida en estos ecosistemas devastados por las llamas». Piden que los amigos de la naturaleza ayuden a los conejos «paisaje desolador y carente de alimento».
Los cazadores se definen como «los más interesados en que nuevamente el campo rebose de vida» como medida paliativa «hasta que lleguen las primeras lluvias y brote nuevamente el campo».
La idea de los cazadores de La Palma no ha gustado nada a las asociaciones de defensa de los animales. Pero Manuel Carril Torreira, cazador, la defiende cuando se pregunta «Dónde estan esos ecologistas, esos naturalistas, esos anticaza» y lamenta que a los opositores a la medida de los cazadores palmeros «les pesan mucho unos litros de agua y unos kilos de alimentos para ayudar a esos pobres animales maltratados por los cazadores». A su juicio, los naturistas son una «pandilla de hipocritas y sinvergëenzas» que «hablan para seguir viviendo de las subvenciones».
Para Fedicaza, es positivo «contribuir con acciones voluntarias, encaminadas a la supervivencia de aquellos animales sobre todo conejos, que han sobrevivido en sus profundas madrigueras, el embate de las llamas y que desorientados, salen de sus refugios encontrándose un paisaje desolador y carente de alimento».
Fedicaza recuerda que «es responsabilidad de la administración, de las Federaciones y sociedades de cazadores colaboradoras, revertir los efectos de este desastre, mediante acciones encaminadas a recuperar la biodiversidad» y que «los cazadores, primeros interesados en que nuevamente el campo rebose de vida».