Los cazadores recuerdan que las colonias felinas rurales no tienen amparo legal
La Sociedad de Cazadores de San José recordó que los gatos ferales amenazan la biodiversidad ibicenca
La Sociedad de Cazadores de San José emitió ayer un comunicado para aclarar las medidas emprendidas a raíz del convenio firmado con el Ayuntamiento de San José para el trampeo de gatos y su puesta en adopción.
El colectivo de cazadores recordó que «todo gato que no se encuentra bajo la supervisión de su propietario está abandonado o es vagabundo». La intención de la iniciativa es colaborar para solucionar un problema social y medio ambiental. Así, todos los gatos serán gestionados siguiendo la legislación vigente bajo supervisión veterinaria (así consta por escrito en dicho acuerdo).
La Sociedad de Cazadores considera positiva la colaboración del colectivo animalista como garantes del bienestar animal de todo gato trampeado, pero no es imprescindible para poder llevarla a cabo. En caso de desmarcarse de las líneas de gestión propuestas la iniciativa no deja en absoluto de tener posibilidad de ejecución.
Indicaron que todo gato debe estar bajo tutela de un propietario y en su defecto en instalaciones municipales. «El gato debería tener el mismo estatus legal que los perros, cabras, cerdos, caballos… El motivo de que los gatos no tengan que ir identificados es debido a presiones de ciertos colectivos que han hecho de saltarse la ley un modo de vida», valoraron. Unos colectivos que agravan el problema con el abandono continuo de gatos en el medio rural y el sabotaje de toda iniciativa que pretende actuar sobre dicha especie.
Toda «mal llamada» colonia felina en el medio rural actualmente «carece de amparo legal» y según la legislación actual estos animales deben ser capturados y albergados en instalaciones municipales hasta encontrar a su dueño, ser adoptado y en último extremo sacrificado.
Apuntaron que el método CES (captura, esterilización y suelta) actualmente en Ibiza es totalmente ilegal e implica el abandono de animales a su suerte, pone en riesgo nuestra biodiversidad insular más preciada a la vez que carece de todo sentido técnico para conseguir reducir la población de gatos ferales.
«Aunque asociaciones animalistas han gastado miles de euros aplicando este método el problema no deja de crecer. Solo castrando y reabandonando no se conseguirán los objetivos que se dicen buscar ya que los gatos continúan ocasionando problemas, padecen enfermedades y no dejan de cazar nuestras especies más emblemáticas» subrayaron.
El colectivo también quiso agradecer al ayuntamiento de San Josep de sa Talaia y a los colectivos de protección medio ambiental por el apoyo a la iniciativa que se pretende llevar a cabo.
Fuente. periodicodeibiza.es