El sector
cinegético andaluz, uno de
los de mayor actividad con una
facturación anual superior a
1.200 millones, se ha puesto en
pie de guerra contra la
política de la
Administración
autonómica, que considera
restrictiva.
La reducción de las
capturas para 2014 y la
prohibición de la caza de
pajaritos (silvestrismo) son los
últimos frentes que han
movilizado a los cazadores
andaluces que se
manifestarán el
próximo sábado en
Sevilla. El presidente de la
federación, José
María Mancheño,
prevé que se congreguen
más de 20.000
cazadores.
La Federación Andaluza
de Caza ha presentado en la
Consejería de Medio
Ambiente un recurso de alzada
contra la resolución que fija
las capturas para 2014. La
eliminación del
período estival de capturas
o la imposición de
condiciones que ponen en riesgo la
seguridad jurídica del
silvestrista, como la obligatoriedad
de avisar con antelación los
parajes y días en que
capturará cada aficionado o
las recomendaciones en la manera
de manipular las aves capturadas,
son las razones que han generado
el malestar del colectivo.
Sin embargo, Mancheño
apunta que las restricciones al
silvestrismo “es solo la gota
que ha colmado el vaso de la
paciencia de los cazadores”,
pues enumera otras causas como
el control de depredadores,
reglamento de la
ordenación de la caza, la
situación de los guardas de
coto o la Orden de vedas.
También piden “que
se termine de una vez la
discriminación” entre
las mismas provincias andaluzas
en el tema de caza, y con otras
comunidades. Andalucía
genera el 55% del negocio que
mueve la caza a escala
nacional.
Por su parte, la consejera de
Medio Ambiente, María
Jesús Serrano, ha abogado
por mantener “un
permanente diálogo”
con las asociaciones de cazadores.
“El compromiso de la Junta
de Andalucía con la caza es
firme”, dijo Serrano el
pasado fin de semana durante la
feria Ibercaza celebrada en
Jaén. La consejera
aludió al objetivo de la
Junta de “socializar la
caza” y de “favorecer
a los cazadores con menos
recursos”. En esa
línea, avanzó un
incremento de los permisos para
esta próxima
campaña cinegética,
una oferta pública que el
último año
contó con 5.636 licencias.
En Andalucía hay unos
200.000 aficionados, de los que la
mitad están
federados.
Serrano también ha
adelantado que en los
próximos meses se
aprobará el decreto por el
que se modifica el Reglamento de
Ordenación de la Caza, por
lo que entrará en vigor la
próxima temporada. En
relación al silvestrismo, la
consejera admitió que se
trata de una “práctica
muy arraigada” en
Andalucía, pero
recordó que “no se
puede legislar en contra de las
normas de rango superior”,
en alusión a que la Junta
sigue las directrices del Ministerio
de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente. Al respecto,
Serrano precisó que se va a
trabajar con la comunidad
científica y las
universidades para que se puedan
presentar al Ministerio y a la UE
“informes
contundentes” con los que
“seguir defendiendo el
silvestrismo”, que ella
concibe como “una
práctica cultural que no
hace daño a los
pájaros”, a pesar de
que otros colectivos como los
ecologistas entienden que
sí.