El Consejo Valenciano de Caza,
de carácter autonómico, ha
aprobado por unanimidad que los cazadores se
sometan a un examen como prueba de aptitud
para realizar la actividad cinegética.
Así se desprende de la
reunión mantenida por los miembros
del Consejo Valenciano de Caza, presidida por
la directora general del Medio Natural,
Salomé Pradas, convocada para
someter a debate el borrador de la orden por
la que se regulan las pruebas de aptitud para
la obtención de la licencia de caza en
la Comunitat Valenciana. Se inicia así
la fase previa al periodo de redacción
definitiva y exposición
pública.
Según la directora general, el
consenso sobre el borrador “ha sido
absoluto”. Destaca la obligatoriedad de
la realización del examen para obtener
la licencia de caza a todo aquel que la tenga a
partir del 1 de enero del 2016. “Este
procedimiento permitirá que se sigan
emitiendo las licencias de caza y que
posteriormente se pueda realizar el examen
tras la publicación de la orden que lo
regula”, ha informado Pradas.
Para la directora general, la
formación del cazador se considera
necesaria para un mayor conocimiento acerca
del uso sostenible de los recursos
cinegéticos, al tiempo que ayuda a
compatibilizar el resto de usos y usuarios de
los espacios naturales y
agrícolas.
El temario asegura una correcta
preparación del cazador en temas
relacionados con la gestión del medio,
identificación de especies, normativa
específica de la caza, e incluso se
abordan temas de seguridad y ética en
la práctica cinegética. Ante la
necesidad de contar con entidades
homologadas para impartir esta
formación, el Consejo ha aprobado
también la formación on
line.
El examen como prueba de aptitud para
realizar la actividad cinegética es
obligatorio en la mayoría de las
autonomías de Estado. Entre las
oportunidades que plantean estas pruebas se
encuentra la posibilidad para gran
número de cazadores valencianos de
poder ejercer su actividad en el resto de
España con una sola licencia de
caza.
También se regula la posibilidad de
caza para extranjeros no residentes, de gran
importancia económica para el interior
de la provincia de Castellón.