Un foro de debate de primer
nivel sobre el sector cinegético y su
relación con la sanidad. Así se
configuró el curso de verano ‘El
veterinario y la caza’, que
albergó con gran éxito el Museo
de las Ciencias de Castilla-La Mancha en
Cuenca tras contar con la presencia de
más de 40 asistentes.
Bajo la organización de la
Universidad regional y la dirección del
catedrático Christian Gortázar,
una docena de científicos y
técnicos de primer nivel -como el
prestigioso profesor Juan José Badiola,
presidente del Consejo Nacional de Colegios
Veterinarios- propusieron una visión de
la sanidad de las especies silvestres y
ahondaron en el papel que juega el veterinario
en relación con la caza.
La mesa redonda ‘Los veterinarios
vistos por el sector cinegético’
clausuró un curso del que se extrajeron
conclusiones muy valiosas. Una de las
más significativas es que la sanidad
animal es un componente esencial en la
actividad cinegética. En esta
línea, los expertos valoran el impacto
de la sanidad sobre la seguridad alimentaria,
la conservación y producción
cinegética, y especialmente por las
consecuencias económicas derivadas
del mantenimiento de infecciones compartidas
con las especies ganaderas.
La labor del veterinario, como aseguraron
los ponentes, trasciende a las actividades
tradicionales de clínica e
inspección sanitaria. Y es que estos
profesionales, con la colaboración de
otros especialistas, juegan un importante papel
en la aplicación de nuevas
tecnologías reproductivas y
genéticas, así como en la
gestión moderna de poblaciones y
explotaciones, y en la puesta en marcha de
programas de bioseguridad en explotaciones
mixtas caza-ganado.
Otro de los puntos de interés del
curso fue la presencia de enfermedades
infecciosas en las especias cinegéticas.
Castilla-La Mancha, como reiteraron los
expertos, «no es una
excepción», por lo que es
«urgente» implementar una
gestión sanitaria moderna de las
explotaciones cinegéticas con el fin de
asegurar su viabilidad y ayudar a maximizar su
compatibilidad con el sector ganadero.
En este sentido, los intervinientes
apostaron por contar con un programa de
vigilancia sanitaria específico para la
caza. Además, recordaron el
importante papel de la UCLM como
institución de liderazgo internacional en
este campo. Los expertos abogan
también por coordinar las
responsabilidades de la administración
en cuanto a la regulación de la
producción cinegética (granjas),
de la gestión de la caza (cotos) y de la
inspección sanitaria, ya que se
encuentra repartida entre consejerías o
direcciones.