Hace escasas semanas se
publicaba la convocatoria para la tradicional
subasta de machos de cabra montés en
Gredos: será el 7 de marzo en Hoyos
del Espino y para la ocasión salen a la
palestra 90 ejemplares.
Son los que entran en subasta, aunque el
Plan de Caza 2015/2016 es más amplio
ya que consta de 200 machos. Aún
así cabe preguntarse si ha pasado algo
para que tanto la subasta como el plan hayan
ido a la baja respecto al año anterior y
lo cierto es que razones hay. Una muy
concreta: «El furtivismo está
detrás del descenso», lo afirma
Manuel Díez, el jefe de la
sección de Protección de la
Naturaleza del Servicio Territorial de Medio
Ambiente de Castilla y León en
Ávila.
La reducción pasa por 15
ejemplares menos en la subasta ya que el
año anterior llegaron a ella 105 machos,
«también es cierto
–matiza– que allí no
están todos los ejemplares cazables
que están marcados en el plan de caza
de este año y que son 200». En
cualquier caso en el plan anterior eran 210 con
lo que también ha ido en descenso y
por el mismo motivo: el furtivismo.
Díez explica que ha habido un
antes y un después de la
‘Operación Almanzor’.
Una macrooperación enmarcada en los
años 2008/2009 y que acabó con
las ‘hazañas’ de varios
furtivos y con la detención en su
día de casi 48 personas (entre clientes
y furtivos).Eso sí aún
está pendiente de juicio porque este se
aplazó el 29 de septiembre del
año pasado para dar tiempo a dilucidar
si las escuchas practicadas al amparo de la
investigación eran o no legales.
Aquella detención masiva no es
que alejara a los furtivos exactamente porque
ellos seguían «latentes»
pero sí alejó a sus clientes que
dejaron de hacer encargos. Por así
decirlo «la operación les
disuadió», afirma Díez
pero ahora ha pasado el tiempo y los encargos
han vuelto y con ello la pérdida de
animales. «Hemos encontrado en torno
a una docena de animales víctimas del
furtivismo y lo cierto es que nunca son todos
los que realmente han caído a manos
de esta gente: «porque si hemos
encontrado 12 cadáveres lo normal por
lo que nos dice la experiencia es que sean
alrededor de 25». Evidentemente la
pérdida es tremenda, no sólo
porque haya menos ejemplares cazables sino
por la disminución de la
población de ellos en Gredos.Por lo
general los furtivos van a por los ejemplares
con mayores trofeos, los más grandes,
pero también caen otros que no lo son
tanto y también se deniega la
posibilidad de hacerse grandes ejemplares con
lo que perjudicarían y de hecho
perjudicarán al plan de caza de varios
años.