Los ganaderos alaveses han expresado hoy su rechazo al Plan de Gestión del Lobo al considerar que no defiende sus intereses, por lo que han renunciado a colaborar con la Diputación del territorio y han anunciado que rechazarán las ayudas económicas propuestas.
Representantes de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA) y de la cooperativa ganadera Sergal han ofrecido hoy una rueda de prensa en Vitoria en la que han denunciado el decreto foral que aprobó el Plan de Gestión del Lobo, que entró en vigor el pasado día 16.
Tras una asamblea, los ganaderos alaveses han exigido la dimisión de la diputada foral de Agricultura, Estefanía Beltrán de Heredia, y del director de este departamento Eduardo Aguinaco, por «no haber sabido defender los intereses del sector».
UAGA y Sergal consideran que la aprobación de dicho decreto «cierra en falso tanto el mal llamado conflicto lobo-ganadería, como el enfrentamiento entre los distintos departamentos forales».
Por ello, han decidido no colaborar con las medidas preventivas que recoge el decreto, como la colocación de vallados eléctricos y dispositivos ahuyentadores, ya que a su juicio estas medidas no son efectivas.
También van a renunciar a las ayudas para la compra de perros de guarda y a las indemnizaciones por ataques de lobos, porque quieren poner en evidencia que el problema supera lo meramente económico.
Sin embargo, han decidido levantar el boicot que mantenían a las ferias ganaderas, ya que aunque esta medida de presión les ha servido para trasladar a la sociedad el «problema del lobo» y han logrado incluir algunas mejoras en el decreto, entienden que las protestas deben ir ahora «por otros caminos».
No obstante, el sector trabajará con las entidades organizadoras de las ferias para seguir reclamando la necesidad de la ganadería extensiva en Álava.
UAGA y Sergal han anunciado además que presionarán a los responsables forales para que se hagan efectivas las medidas de conservación de los hábitats que se mencionan en el decreto, pero que no se han desarrollado.
Los ganaderos han explicado que rechazan el Plan de Gestión porque «deja en la boca del lobo a la ganadería extensiva alavesa» y abre la puerta a la expansión de esta especie en el conjunto del País Vasco debido a los intereses conservacionistas y a la protección de los hábitats naturales adscritos a la Red Natura 2000.
«Este conflicto se traslada después al sector ganadero por parte de quienes pretenden que aceptemos determinadas técnicas de manejo y protección, que ni son eficaces, ni son asumibles desde el punto de vista de la actividad», concluyen los ganaderos en un comunicado.