Los guardas y agentes forestales de las diputaciones de Vizcaya y Álava han presentado una alegación al proyecto de ley de Caza en la que no se conforman con la posibilidad de pedir a los cazadores que les «muestren» sus vehículos, remolques y equipamientos, como se recoge en el artículo 54.3. En el escrito que han enviado a la Cámara vasca, proponen endurecer la redacción de la normativa, de modo que les permita «efectuar el registro» del maletero en su condición de agentes de la autoridad.
En opinión de los funcionarios forales, la versión actual favorece «la impunidad» de los infractores. «Aunque el guarda puede ‘requerir’ a un cazador para que le muestre el maletero del vehículo o el contenido de sus bolsillos, éste se puede negar», señalan. «Los cazadores y sus representantes deben asumir que, cuando están realizando esta actividad cinegética, que está sometida a control administrativo, puedan ser registrados por las personas encargadas de su vigilancia».
Los guardas también piden al Parlamento vasco que castigue varias prácticas. «Cazar de noche con auxilio de luz artificial no está contemplado en el proyecto de ley dentro de las infracciones -indican-; y dado que es un acto más grave que el mero hecho de cazar fuera de horario, merece que aparezca en la ley con la consideración de infracción muy grave». La sanción en ese caso oscilaría entre 2.001 y 6.000 euros de multa e incluye la anulación de la licencia y la inhabilitación para obtenerla durante un periodo de tres a cinco años.
Igualmente, a los vigilantes forestales no les convence que el legislador permita que, en épocas o zonas de veda, sea posible portar armas siempre que estén enfundadas. «Se favorece la picaresca -denuncian los guardas-. Podíamos encontrarnos, por ejemplo, a una persona caminando de noche o en un terreno vedado con un arma enfundada, pero que rápidamente se puede preparar para la caza, y no poder actuar».