Los animales son los primeros afectados por la destrucción del entorno natural. Los incendios de este verano son una de las razones por las que el jabalí autóctono ha tenido que dejar su vivienda habitual, provocando, en el caso de Portas, un aumento de las incidencias y destrozos de campos de maíz y huertas.
30/08/2016 | La Voz de Galicia | C. PEREIRO
Este agosto, los avistamientos de jabalíes y daños en los cultivos han sido un habitual dentro del municipio de Portas. Manuel Martínez, presidente de la asociación de caza de Portas, hace hincapié en que es algo normal, y es que al fin y al cabo, «é simplemente un animal que trata de buscar refuxio e alimento», por lo que tras el gran incendio que afectó al monte Xiabre, esta especie ha ido bajando por sus colinas de forma más numerosa y habitual que de costumbre.
«Hai máis razóns, pero o lume é unha delas», explica Martínez. «Noutro ámbito tamén temos a problemática de que este ano o millo dérase cedo, polo que unha vez esta aí, os animais tamén acoden antes. Foi un mes de agosto con moitas máis incidencias que o do ano pasado. Ao final, todo suma».
Algunos vecinos han perdido grandes trozos de sus cosechas. Un hecho doloroso, ya que en su gran mayoría no son agricultores profesionales, sino campos dedicados al autoconsumo o destinado al alimento del ganado. «É un tema curioso, porque ao cultivarse menos, os danos son maiores. Poñamos por exemplo o caso de plantar por valor de 200 euros e o xabalí o destrúe, desa cantidade, uns 50. É unha pena pero tes aínda 150. O problema vén cando ti so plantas 50, e pérdelo todo o case todo, que en moitos casos é o que está pasando», señala el cazador.
Aunque se trata de impedir la presencia del jabalí en terrenos cercanos a los hogares mediante batidas con perros, en la que se busca el espantar al animal, se añade una dificultad, y es la derivada de nuestra propia división territorial. El jabalí no entiende de fronteras, ni mucho menos de cotos, así, en sus largas caminatas suele cruzar el río Umia de un lado para otro, por lo que en muchas ocasiones no trata de hacer de Portas su hogar, sino que viene, come y provoca los mentados daños, y vuelve a otro municipio, lo que complica el control de su población, y la manera de evitar más incidencias. «É un tema delicado. A verdade é esa. Sexa por motivos lexislativos ou naturais, a presenza do animal inquieta aos veciños, como é normal».
Sin avistamientos de Cerdolín
Por otro lado, en la zona de Portas y alrededores, la asociación de caza niega haberse encontrado, con ningún jabalí de esta nueva especie híbrida, surgida entre el cruce del jabalí autóctono y el exótico cerdo vietnamita. Este animal mestizo se está convirtiendo en una plaga en otros zonas de la comarca pontevedresa, como Ponte Caldelas, poniendo en peligro la existencia de su primo gallego.
«Por agora non vimos ningún e non contamos con que se estenda tan rapidamente como din», puntualiza Martínez. «O problema destas cousas e que se de verdade hai unha alarma ou a posibilidade de que ocorra, deberían tomarse medidas drásticas dende o primeiro o momento, pero está claro que son decisións complicadas de cara a opinión pública». Por el momento, la zona del Umia, además de Portas, continúa libre de esta especie.