Un vecino de Ferrol alertaba ayer
a través de Facebook del peligro al que
se enfrentan los conductores que circulan por
la autovía AG-64, de Ferrol a Vilalba,
principalmente en el tramo de los veinte
primeros kilómetros, por la inesperada
irrupción de jabalíes en la
calzada.
Él mismo fue víctima de un
accidente ocurrido el pasado martes y los
agentes de la Guardia Civil de Tráfico
que lo asistieron acababan de intervenir en
otro a la misma altura del vial, pero en el
sentido contrario.
El alertante no resultó herido, pero
su coche sí sufrió desperfectos
de consideración a causa del impacto
con el animal.
Fuentes consultadas por este
periódico confirmaron la existencia de
dicho peligro, que no es novedoso pero se ha
acrecentado últimamente. De hecho,
en los dos últimos meses se han
registrado más de una docena de
accidentes por la irrupción en la
calzada de animales salvajes, principalmente
jabalíes, pero también
algún corzo y en un caso concreto
perros, en esta ocasión en las
proximidades de la villa de As Pontes.
La mayoría de los percances se
saldaron con lesiones de carácter leve
en los ocupantes de los vehículos, pero
los daños casi siempre son
importantes.
Por el momento se desconoce si los
animales entran en la autovía por las
incorporaciones o salidas que existen a lo largo
de su recorrido o si las vallas que delimitan la
vía están rotas en algunos
puntos. La averiguación no resulta
fácil, porque el vallado suele estar
tapado por la maleza y sería necesario
revisarla en su totalidad.
Legislación
En cuanto a los daños en los
vehículos, hasta hace unos años
el afectado era resarcido, pero la
legislación actual exime a los cotos de
caza del abono de los desperfectos, salvo
cuando el accidente ocurre en días de
caza, que suelen ser los jueves y los
domingos, a partir del mes de octubre.
No obstante, la Guardia Civil de
Tráfico suele reconocer la culpabilidad
del animal cuando la situación es clara
y las reclamaciones llegan casi siempre a los
juzgados de Ferrol, que son los que finalmente
se encargan de dirimir la
cuestión.
La mayoría de las
compañías aseguradoras ya
ofertan en la actualidad un complemento en el
seguro a terceros, que, por una cuota de entre
diez y doce euros, cubre los gastos derivados
de un accidente ocasionado por un animal
salvaje y, en algunos casos, pero no en todos,
también por los
domésticos.
Sin iluminación
En el caso concreto de la AG-64, se trata
de una vía en la que la casi totalidad
de los tramos está permitida la
circulación a 120 kilómetros por
hora, por lo que la irrupción de un
animal en la calzada a unos pocos metros
suele acabar en accidente. Existe, asimismo,
otra circunstancia que agrava el
tránsito por la autovía Ferrol-
Vilalba y es el hecho de que carece totalmente
de iluminación artificial, y con las luces
de los coches resulta imposible ver a los
jabalíes hasta que justo están
delante, porque se camuflan perfectamente
amparándose en la oscuridad.
El problema de la entrada de animales
salvajes en la calzada se produce
también con frecuencia en otras
vías de la comarca, como es el caso de
la carretera de Ortigueira y también la
Nacional 651, en algunos tramos comprendidos
entre las localidades de Paderne y Miño.