Mañana se abre la veda
general en la que se pueden cazar liebres,
conejos y la estrella, perdiz. Miles de
cazadores preparan sus escopetas para salir al
campo, aunque la gran mayoría es
consciente de que se presenta una
pésima temporada ante la escasez de
especies cinegéticas en la provincia de
Burgos y en toda la península.
La caza menor se une a la mayor, cuya
apertura fue el último domingo de
septiembre. Se cerrará el 31 de enero,
aunque muchos cazadores han abogado por la
autogestión y se han fijado unos cupos.
«No soy partidario de que los cupos los
ponga la Administración; es mucho
mejor que sean los propios gestores de los
cotos. En base al número de cazadores
de un coto, de jornadas y de piezas se puede
fijar un cupo. Hay algunos cotos que han
establecido una sola liebre por temporada y
por cazador. Lo lógico es fijar unos
cupos en función de lo que tenemos.
Nosotros somos los principales interesados en
defender lo que tenemos», explica
Santiago Iturmendi, presidente de la
Federación Territorial de Caza.
La temporada no se presenta muy
prometedora ya que hay escasez de perdiz y
de liebre, mientras que la abundancia de
conejos va por zonas. «La perdiz
está criando con dificultad ya que el
ecosistema está muy deteriorado. Es
muy difícil la supervivencia, no solo en
Burgos sino en toda España, con la
agricultura tan intensiva y agresiva que se
practica. No hay perdices pero esto afecta a
todas las aves en general. Las polladas son
muy cortas, aunque en la zona sur de la
provincia el panorama es un poco mejor. La
liebre ha mejorado un poco después del
destrozo que se hizo con el envenenamiento de
los topillos hace unos años, que
afectó a todos los roedores. Acabaron
con los topillos pero realizaron una
auténtica matanza. Y en el conejo
predomina la dispersión. Hay zonas con
una gran población que están
haciendo muchísimo daño; por
ejemplo, la zona de Castrojeriz y Valladolid. Y
hay otras zonas donde no hay nada. Hay cotos
donde no se cazará ni un solo
conejo», analiza el máximo
dirigente de los cazadores de la
región.
Apesar de las numerosas adversidades,
mañana serán miles los
cazadores que saldrán con sus
escopetas, morrales y perros al campo. Muchos
comprobarán la escasez de especies
cinegéticas y la necesidad de darse una
tregua y otros intentarán conseguir, al
menos, una muestra para no tener un
día de bolo en la primera jornada del
levantamiento de la veda general.